El avión volvió a superar el pasado año en pasajeros al tren de larga distancia, que incluye el Ave, en desplazamientos dentro de España, después de que en 2014 este último medio de transporte le ganase la batalla.
Aunque el transporte aéreo fue utilizado el pasado año en rutas nacionales por más viajeros que el tren, ambos medios fueron casi a la par, con una diferencia de apenas 254.000 usuarios, tras haber cerrado el ejercicio con 31,06 millones y 30,8 millones, respectivamente.
En ambos casos, el número de viajeros registró incrementos respecto al año anterior que fueron del 6,1 % para el avión y del 3,8 %, para el tren de larga distancia, según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En 2014, la situación fue a la inversa, con más viajeros en tren que en avión, aunque la diferencia también fue muy pequeña, con 410.000 usuarios más para el transporte ferroviario, que superaba así por primera vez al aéreo en desplazamientos por España desde que las estadísticas empezaron a incluir los resultados de ambos modos en 2000.
El tren de larga distancia finalizó 2014 con 29,7 millones de viajeros, un 15,9 % más, y el avión, con 29,3 millones, un 2 % más.
Tras años de grandes diferencias en volúmenes de pasajeros entre ambos, de alrededor de 16 millones en 2010 y 2011 o 13 millones en 2012 a favor del avión, las distancias se acortaron por primera vez en 2013.
Aquel año, ayudado por la nueva política comercial de Renfe, el tren de larga distancia sumó a 25,6 millones de viajeros, 3,1 millones menos que el avión con 28,7 millones.
En febrero de 2013, Renfe lanzó su nueva estrategia comercial que comprendía reducciones del 11 % en la tarifa base de los billetes del Ave en clase Turista y Turista +, a fin de incrementar la utilización de la alta velocidad, mejorar los ingresos y adaptar la política de precios a la situación actual, marcada por una ocupación que en algunos casos se situaba por debajo del 50 %.
La nueva política de tarifas del Ave recogía, además, descuentos de hasta el 70 % en función de la disponibilidad, del 35 % para bonos de 10 viajes, del 30 % para jóvenes y del 20 % para viajes públicos.
El tren de larga distancia empezó a ganar viajeros no sólo gracias a dichos descuentos sino también por la extensión de la alta velocidad ferroviaria, con la puesta en servicio de nuevas líneas como Alicante, Gerona, la frontera francesa, el eje atlántico, Palencia, León o Zamora.
En cuanto al resto de modos de transporte interurbanos de larga distancia, tras años de caídas (en 2014 bajó un 3,7 %), el autobús experimentó en 2015 un repunte interanual del 0,9 %, y el marítimo, del 4,9 %.
El pasado ejercicio fue bueno para el transporte público en general, al subir el número de usuarios por primera vez desde 2006, año en el que había repuntado un 1,1 %, produciéndose después las mayores caídas interanuales en 2009, del 3,8 %, y en 2012, del 3,7 %.
En 2015, el transporte público registró 4.516,8 millones de usuarios, un 0,9 % más, de los que 2.770,9 millones utilizaron el urbano, un 1,5 % más, y 1.264,2 millones, el interurbano en general -incluidos cercanías y media y larga distancia- un 0,4 % más.
En cambio, el transporte especial y discrecional disminuyó un 1,3 % en 2015, hasta 481,7 millones de usuarios, con una bajada del 3,8 % en el primero y un aumento del 3,9 %, en el segundo.
El transporte urbano se incrementó gracias al crecimiento del 1,7 % del metropolitano y del 1,4 % del autobús, mientras que en el interurbano, el número de viajeros en autobús en general fue similar al de 2014, y por ferrocarril, en un 0,5 % superior.
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