Andalucía

Estafan más de 12.000 euros a una anciana de 76 años

Según la Policía Nacional, todo apunta a que esta vecina de Las Torres fue víctima del antiguo 'timo de la estampita'. Su familia, sin embargo, sospecha que fue intoxicada con escopolamina, la llamada ‘droga de la voluntad’, extremo del que el 091 no ve indicios.

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  • Extracto de la denuncia. -

Los hijos de Francisca L. J, una anciana de 76 años vecina de Las Torres, no se explican qué pasó por la cabeza de su madre el pasado jueves cuando fue víctima de una presunta estafa en la que tres desconocidos se quedaron con más de 12.000 euros que ella les entregó voluntariamente tras ir expresamente a su casa a por el dinero hasta en dos ocasiones. Fue supuestamente engañada sin forcejeo ni amenazas de por medio en un episodio que el 091 atribuye al antiguo timo de la estampita.


Sin embargo, la familia no lo ve tan claro, y a las pocas horas de los hechos llevó a su madre al Hospital de Jerez para tomar muestras de orina y enviarlas a un laboratorio de Sevilla para que la analicen, ya que sospechan de  que fue intoxicada por escopolamina, vulgarmente llamada burundanga. Una droga altamente tóxica, que se puede usar para anular la voluntad -se le conoce como la droga de la voluntad-  y habitualmente se usa en los bares de alterne y zonas de ocio nocturno para cometer agresiones sexuales. Puede ser administrada en alimentos, bebidas o por inhalación, y es precisamente este último supuesto en el que se están apoyando sus hijos, ya que Francisca está en pleno uso de sus facultades mentales y no sufre ningún problema. "Todos los viernes hace la comida para ocho personas, cuida de sus nietos, hace sus compras, mi madre está perfectamente", apunta a este periódico Javier, uno de sus hijos.

 

Según consta en la denuncia a la que ha tenido acceso este medio, y que Francisca tiene previsto ampliar, los hechos se produjeron el pasado jueves cuando caminaba por la avenida del Amontillado, en Icovesa, para realizar unas compras. Eran las diez de la mañana y en ese momento se cruzó con una mujer “con un habla característica, como si tuviera un retraso mental”  y le dijo que en los comercios no querían aceptarle un billete de 50 euros. Se lo mostró; presentaba un desgarro.

La anciana le señaló entonces que le pusiera tesafilm, entrando en escena otra mujer que le aconsejó lo mismo. Fue entonces cuando la primera aseguró que se había encontrado “un montón de billetes en unos contenedores de La Plata, mostrando un fajo de billetes envueltos en papel de periódico”. Acto seguido llegó un hombre, identificándose como el marido de la segunda mujer.


La víctima del presunto engaño sólo acertó a decir que esos billetes “había que entregárselo a la Policía”, mientras esta mujer insistía en que lo iban a repartir entre la otra señora y ella siempre y cuando tuvieran también dinero. Fue entonces cuando el individuo aseguró que también tenía dinero y se ausentó, volviendo con varios billetes para que así pudiera recibir parte del botín hallado. Fue ahí cuando se complicó todo para Francisca.

“A mi madre la drogaron”
Según relató en su denuncia, “tanto la segunda mujer como su marido le preguntaban si tenía dinero encima o en casa, embaucándola y diciéndole que la primera mujer tenía una fortuna que podría repartir con ellos”. Fue entonces cuando la anciana hizo referencia a un dinero que tenía en su casa que era de su marido. Le pidieron que fuera y lo trajera para participar en el reparto. Ella aceptó sin problemas y contribuyó con más de 12.000 euros, al llegar a ir a su casa hasta en dos ocasiones  -aunque en la denuncia consta sólo una- para primero llevarles una cartilla y 2.000 euros, y luego otros 11.440 euros de los ahorros de su marido de la caja de caudales al instarle las mujeres a que aportara más. En su domicilio en ese momento no había nadie, puesto que su esposo estaba en el Hogar del Pensionista, "sino mi padre la hubiera parado", lamenta su hijo.


Al volver le dijeron que entrara en un coche y fue allí donde una de ellas apartó tres cantidades y otra le pidió que fuera a comprarlesun bocadillo y un zumo. Francisca accedió. Se bajó del coche y fue al bar Aurora, en la avenida de La Soleá, cuando salió con el bocadillo el coche no estaba. Se habían marchado con su dinero.

Si a simple vista la descripción cuadra con el timo de la estampita, como apunta la Policía, donde aseguran que oficialmente no hay indicios de que la mujer haya sido intoxicada y que,  de serlo no se hubiera sostenido en pie, su familia va más allá. “Ella está en estado de shock; no se explica cómo pudo ir andando por la calle con tanto dinero sin pasar miedo. Lo hacía todo con una confianza tremendamente normal. Yo conozco a mi madre y ella es incapaz de meterse en un coche extraño dos veces y no lleva el dinero con esa alegría. A mi madre la han drogado. Ojalá fuera el timo de la estampita. El dinero es lo de menos, es como está ella y las dudas que le han creado”, señala Javier.

Se han asesorado, y saben de casos de otras ciudades donde a las víctimas las han intoxicado  por inhalación echando la escopolamina en los billetes para que luego fuera inhalado por los perjudicados. Sin embargo, aunque los resultados de los análisis de orina estarán en unos diez días, tampoco tienen demasiada esperanza porque habían transcurrido varias horas hasta que fueron al hospital cuando mi madre fue recordando más cosas. "Ojalá dé positivo para que nos quedemos tranquilos", apuntan. 

La última denuncia de una estafa por el timo de la estampita en la Comisaría Nacional de Policía de Jerez fue en 2013. Como apuntan fuentes policiales, el modus operandi siempre es el mismo: vigilan a personas mayores, de barrios medio altos-bajos y las embaucan.

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