Un cuarto de entrada en tarde con fuerte viento de levante que dificultó a los toreros e impidió ver una buena tarde de toros. Se lidiaron seis ejemplares de Fuenteymbro, ganadería que hacía su presentación en El Puerto en corrida de toros, muy bien presentados y que en tarde menos aciaga hubieran servido en mayor grado. El quinto de la suelta cogió contra las tablas de muy fea manera al subalterno Juan Carlos de Alba, saliendo milagrosamente ileso de una cornada, sufriendo tan sólo un fuerte golpe en la rodilla del que fue atendido en la enfermería.
Juan José Padilla (celeste y oro): Silencio tras aviso y oreja.
Antonio Ferrera(azul y oro): Oreja y vuelta tras aviso.
El Cid (tabaco y oro): Silencio y silencio.
A Ricardo Gallardo, propietario de la ganadería de Fuenteymbro, se le puede atribuir la condición de adivino, ya que el pasado día cuatro, cuando intervino en el “Lunes Taurino” que se celebró en el cañón de la Puerta Grande de nuestra Plaza Real, vaticinó que el día que se lidiarían sus pupilos en El Puerto soplaría un fuerte viento de levante. A mí, como al resto de los aficionados que hoy ha acudido a los tendidos de nuestro coso, me hubiese gustado ver a los pupilos del Sr. Gallardo en un tarde sin viento. A los ejemplares de esta ganadería, una de las más encastadas que pastan hoy en nuestras dehesas, hay que “poderles” para ahormar sus embestidas, y hoy dada la inoportuna visita del dios Eolo a nuestra localidad, ha resultado imposible que los diestros actuantes pudieran dominar los engaños para conseguir tal menester.
Padilla en su primero, se lució por verónicas ante un toro que embistió con temperamento al capote del jerezano. Tras una entrada al caballo, en la que por cierto, el picador le echó el caballo encima sin motivo alguno, el jerezano invitó a Ferrera a compartir el tercio de banderillas estando ambos aseados con los palos. Comenzó la faena de muleta en los terrenos del Tendido 1, para luego llevarse al toro hasta las inmediaciones del número 6 donde, en teoría, molestaba menos el viento. Trasteó sin transmisión alguna ante un toro sin definir que salía distraído de los muletazos. Estuvo muy desafortunado tanto con la espada como con el descabello.
Al cuarto de la tarde no pudo realizarle nada con el percal. El toro se partió el pitón (la punta del cuerno), al rematar en un burladero. El diestro tomó los palos destacando un soberbio segundo par de “poder a poder” dejándose llegar mucho al toro. La faena de muleta se basó en la entrega del diestro ante las complicaciones que desarrollaba el astado. Deja media tendida que es suficiente para que el astado doblara.
Antonio Ferreraha demostrado esta tarde que es un torero que se encuentra en un momento “dulce” de su carrera, muy voluntarioso en sus dos toros y atentísimo en los quites a los banderilleros. Lanceó a su primero por verónicas ganando terreno en cada pase hasta rematar en los medios. Lo llevó garbosamente a la jurisdicción del picador. El toro salió suelto del primer encuentro con los montados y de nuevo hubo de ser puesto en suerte. Tras la segunda entrada al jaco, el extremeño le recetó dos bonitas chicuelinas rematadas con una bella media. Devolvió la invitación de banderillear a Padilla, logrando ambos diestros un vistoso tercio. La faena de muleta la realizó en los tendidos de sol, donde se detuvieron los papelillos que los mozos de espadas lanzan al ruedo antes del comienzo de las corridas. Faena de recurso mostrándose muy por encima del toro. Tras un pinchazo lo mató de estocada, recibiendo un fuerte golpe en el pecho.
El quinto del encierro también se partió el pitón izquierdo al rematar en uno de los burladeros. El torero dio en este toro las mejores tandas de muletazos de la tarde. Se mostró muy torero citándolo con la voz pero abusando en demasía del “zapatazo”. Faena de mucho mérito que no tuvo con la espada la firma necesaria para que rompiera en triunfo ya que necesitó de un pinchazo, una estocada que hizo “el guardia” y dos golpes de descabello para finiquitar al astado.
“El Cid” no ha tenido suerte esta tarde en el sorteo, ya que sus dos toros han sido complicados para una tarde con viento. Su primer oponente llevaba por nombre “Histérico”, por lo tanto tenía que ser hermano de madre de aquel astado del mismo nombre que fue lidiado el 12 de abril del 2013, por López Simón en Sevilla y que tan bien embistió, llegando el ganadero a decir tras la lidia del mismo “¡Qué suerte ser ganadero!”. El toro no fue claro en sus embestidas y el torero no tuvo mando en sus engaños, por lo tanto no pudo sacarle faena. Lo mató de pinchazo, estocada y descabello.
Con el último de la tarde no se mostró cómodo en ningún momento, por lo tanto al no encontrar acople con el mismo, abrevió ante el descontento del público. Lo pasaportó de estocada y descabello.
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