Ingeniería japonesa y Toyota son sinónimo de vehículos sesudamente trabajados, pero en el caso del Avensis Cross Sport, la denominación del formato familiar, mejorado sobre todo en el apartado tecnológico y lanzado en el primer tercio de 2014, es la berlina que da una vuelta de tuerca al silogismo.
En el caso del Cross Sport, en su versión 2.0 de 124 CV, Toyota ha acertado con los retoques de un vehículo que traslada con certeza las necesidades del perfil de sus clientes preferenciales.
En líneas generales, estamos ante un familiar armonioso, discreto en el diseño interior, de ergonomía sencilla para la mejor comprensión de sus complementos, espacioso desde el maletero hasta el puesto de pilotaje y de uso fiable.
El nuevo Avensis es, tecnológicamente, más avanzado, gracias a los nuevos dispositivos multimedia, con pantalla táctil de mayor resolución y sistema manos libres Bluetooth para teléfonos móviles.
Este Avensis está equipado con los dispositivos multimedia Toyota Touch 2 y Toyota Touch '2&GO'. El primero es de serie en los dos acabados más altos de la gama del modelo, el Advance y el Executive.
La cámara de visión posterior para facilitar las maniobras, conectividad MP3 y iPod y diferentes display con los que poder consultar la información del vehículo o gestionar las conexiones multimedia son los elementos que completan estas novedades.
Exteriormente, el Avensis Cross Sport moderniza los grupos ópticos, ahora con mayor profundidad y alargados; presenta un cambio en la ubicación e integración de los antiniebla, situados en los extremos del paragolpes, para dar mayor presencia de la delantera sobre el asfalto, y es más moderno en la zona trasera, de forma que ha ganado en elegancia.
Está bien adaptado al estilo de vida urbano. Sorprende por una gran manejabilidad en ciudad, con un buen radio de giro que se adapta bien a los garajes más revirados.
El Avensis destaca por la capacidad de carga, aún siendo superado por algunos miembros de su competencia directa. En este capítulo, por cierto, este segmento de las berlinas medias está siendo amenazado por los familiares de los compactos, algunos de ellos ya con más de 600 litros de capacidad en el maletero.
Y también destaca por su rendimiento, porque se le puede extraer con sencillez bajos consumos y porque resulta confortable también para los pasajeros en la zaga.
Como en todo diesel, pero especialmente en este, con potencia limitada para el formato del coche y algo perezoso, una característica que parece común a todos los Toyota, el mejor rendimiento dinámico va a obtenerse en la zona de las 2.000 revoluciones, cuando hace la entrega del par. Muy arriba, el motor pierde vida. No obstante, las mejoras introducidas en el turbocompresor han aumentado el par generado a bajas revoluciones, lo que proporciona una respuesta más efectiva al acelerador con marchas más largas.
En dinámica general, el Avensis Cross Sport ataca bien las curvas, aunque forzado y sin carga es sobrevirador en línea lógica con su naturaleza de vehículo familiar.
La frenada es fiable, aunque el pedal se percibe esponjoso y se hunde más de lo que nos gusta. Quizá sea un defecto de la versión probada. Ayuda en la frenada la capacidad de retención del motor al levantar el pie del acelerador.
La suspensión nos muestra un ajuste duro, de estilo europeo, lo que constituye uno de los puntos fuertes de este familiar, que gana en estabilidad y percepción de consistencia, y no pierde, con ello, en confort, lo que convierte en placentero cualquier desplazamiento, por sinuoso o irregular que se presente el firme.
En cuanto a la vida a bordo de este Toyota Avensis, el confort y la seguridad se transmite desde los primeros kilómetros hasta el final del trayecto.
En el puesto de conducción se echa en falta la posibilidad de mover el volante en vertical -solo es posible en profundidad-, aunque queda compensado parcialmente por la facilidad con la que, eléctricamente, se puede ubicar la butaca del conductor.
El salpicadero es austero, no sorprende el cuadro de mandos y tampoco encontraremos grandes novedades con respecto a su anterior versión.
El navegador con pantalla táctil es fácil en el manejo y completo de posibilidades. Incorpora las funciones de navegación habituales, como la cobertura de tráfico, límites de velocidad personalizables y alertas de radares.
Los asientos son confortables y los puestos de la zona trasera, en donde se agradece una arquitectura de suelo plano, facilitan un viaje agradable excepto para el quinto pasajero. Una cuestión que no está resuelta de la misma manera. El consumo tampoco dejará ninguna mácula en el expediente de esta berlina. Para los conductores más tranquilos, el registro se aproxima a los 3,9 litros para 100 kilómetros. La media para el consumo extra urbano ronda los 4,5 litros.
El color Bronze Maroc llega a la carta de colores y estará disponible en toda la gama del Avensis Cross Sport 120 D, que se puede encontrar en los concesionarios, incluido el Plan PIVE, desde 23.841 euros (Advance), 24.590 euros (Confort) y 30.500 euros (Executive).
Los precios sintonizan con los de la competencia, lo cual no quiere decir que estén ajustados a las realidades del mercado español, que ha sido obligado a bajar escalones de segmento para encontrar propuestas económicamente más asequibles entre una oferta que está llegando, incluso, a superar en términos de volumen y dinámicos a estos del segmento superior. Resumiendo de forma general, este Avensis constituye una opción de compra racional, funcional, realmente poco emocional, ya que prevalecerán las funcionalidades de utilización y una prestación motriz discreta, con una dinámica del bastidor que está muy por encima de lo proporciona esta configuración diesel.
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