Vender El Puerto o saberlo vender. He ahí la cuestión. En un completo documento a lo largo de dos meses de trabajo de investigación y elaborado por Stefania Vai, Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Roma e Elisabetta Mana, Licenciada en Arquitectura por la Universidad de Florencia, el Centro Comercial Abierto ha confeccionado un informe detallando puntos claves sobre la utilización y su mejor aprovechamiento de los recursos turísticos de los que dispone El Puerto.
A través de él, el CCA, pretende mostrar en un análisis de la situación actual en cuanto a patrimonio cultural, recursos naturales, recursos artísticos y culturales, fiestas, recurso náutico turístico, recurso deportivo y El Puerto en la Red. El informe elaborado por estas dos licenciadas italianas redunda en la escasez del aprovechamiento o mal gestionado de cada uno de los bienes de los que atesora El Puerto, en sus distintas vertientes turísticas.
En todos y en cada uno de ellos han encontrado deficiencias u ofertas inconclusas. A modo de ejemplo, el Castillo de San Marcos está restringido sólo con guía turística, además de contar con una barrera de metal con un cartel donde se pide al visitante que espere fuera hasta la llegada de la guía.
Igualmente, en el primer templo portuense, la Iglesia Mayor Prioral, en la sacristía -un poco escondido- anuncia con un tablero a los turistas que hay un servicio voluntario de visitas guiadas. En cuanto al Yacimiento Arqueológico Castillo de Doña Blanca se reconoce que “no hay servicio de autobuses. La única opción es llegar con vehículo propio, en taxi o la línea 5 de autobús al Poblado y caminar 30 minutos por una carretera sin arcén”. La Real Plaza de Toros cuenta con un breve cartel informativo en la fallada.
En la Sala Hospitalito, en dicho informe, se reconoce que “la entrada principal estaba cerrada porque hay falta de personal. Hay folletos informativos en fotocopias blanco y negro. No están expuestos tienes que solicitarlo”, subscribe el documento. Referentes a las playas, en Fuentebravía “faltan paneles informativos sobre el yacimiento arqueológico descubierto en este sitio”; La Muralla, “problema de la depuradora. Faltan paneles informativos sobre la historia de la muralla y del yacimiento” o La Puntilla, “faltan paneles informativos sobre el yacimiento paleontológico Neandertal”.
De entre las observaciones generales, se insta a promocionar la información paleontológica e histórico paisajística de las playas, apuntando que “en nuestra costa se encuentran restos fósiles de entre 300.000 y 400.000 años de antigüedad, considerados los más antiguos hasta la aparición de Atapuerca y somos uno de los puntos de Europa más ricos en cuanto a restos fósiles encontrados”. Apuntan a “promover turismo de investigación”.
En el quinto punto, Recurso náutico turístico se reconoce que “no hay una buena conexión entre el centro de la ciudad y el puerto. El único autobús se queda en la rotonda 400 metros antes del puerto. La parte más cercana a la marina necesita de una restauración, las farolas están apagadas y en la parte de la Playa del Aculadero el carril bici no está iluminado por eso los ciclistas y los viandantes están a las oscuras. Además la vegetación salvaje está invadiendo el carril y la señalética es insuficiente”.
A modo de despedida, “el presente informe ha sido elaborado con el único objetivo de detectar en qué nos equivocamos y cómo podemos poner en valor esta ciudad”. No sin antes subrayar que Analizando el patrimonio monumental, natural, artístico, sus fiestas, historia, personajes … descubrimos “La Bella Durmiente” una ciudad hermosa y dormida, dormida por no mirar al Río, por deja pasar el tiempo sin pena ni gloria y por no abrir los brazos y las puertas de sus tesoros de par en par”.
Tras este trabajo realizado “siempre tratando de ponernos en el lugar del visitante o turista hemos descubierto una ciudad hostil para ellos. Desde el momento en que al acercarse a ésta no percibe ningún cartel de bienvenida ni informativo de la ciudad, ni ninguno que indique en qué punto se encuentra, o si dispone de autobuses para llegar al Centro Histórico, y ni tan siquiera indicaciones para ir a las distintas playas o al puerto deportivo”.
Para finalizar que “una vez está el visitante en el Centro Histórico no puede seguir una ruta monumental, cultural o gastronómica ya que en las calles no hay ningún tipo de señalización de monumentos o zonas de interés y una vez llegados al patrimonio histórico-cultural solo con un poco de suerte lo encuentran abierto (en horario de mañana de lunes a viernes no festivos), con suerte también puede que encuentren en su interior algún panel informativo solo en castellano y no encontrarán casi en ningún caso folletos informativos sobre lo que está visitando. Si llega a tener interés por algo de lo que está viendo y quiere comprarlo como recuerdo puede olvidarse de ello pues no existe tal posibilidad por carecer de puntos de venta en los diferentes espacios visitables”, concluye.
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