LA INFANTA ENAMORADA. Hoy, 14 de febrero, es un buen día para rendir homenaje a los enamorados/as, convocar a Cupido en fecha tan señalada. No importa, como en este caso -¿tan ciego es el amor?-, que el marido hiciera negocietes poco claros, que enviara correos electrónicos subidos de tono o que realizara operaciones económicas al margen de lo establecido. “Yo confiaba en mi marido”, le ha dicho la Infanta Cristina al superjuez Castro. Y como para no confiar... como asegura mi amiga La Toni. El chico es alto, apuesto, con ojitos azules y carita angelical. Un chico así, claro, merece confianza... y hasta la llave de la despensa. ¿El mayor, el más imperdonable error de la Infanta? Que siendo quien es, que habiendo cursado formación en prestigiosas universidades, que habiendo recibido el trato que le hemos dispensado tenga la misma excusa que podría soltar la mujer de mi amigo El Canijo, La Trini, analfabeta y bobalicona: “Yo confiaba en mi marido”. Hombre, y yo creí que había clase y clases...
REFORMA LABORAL INCUMPLIDA.- La reforma laboral cumple dos años desde que fue aprobada el 10 de febrero de 2012 por el Consejo de Ministros. Bendecida por el Gobierno de turno, tenía un objetivo: frenar la destrucción de empleo. 2 añitos después ya tenemos los beneficios de tan laboriosa obra: la parroquia disfruta de más parados y menos ocupados. Despedir resulta más barato, incremento de los Eres, cláusulas abusivas para la contratación... ¿Y esto era la reforma laboral? “Se buscaba romper con la rigidez del mercado de trabajo”, dice la ministra del ramo, la onubense Fátima Báñez. Sí, ahora hay menos rigidez, más flexibilidad, el ambiente laboral es más distendido... Tanto que estamos esperando otra reforma, pero la próxima, por favor, con menos fotos, menos algarabía y menos previsiones que no se cumplen.
LAS OCURRENCIAS DE ZAPATERO. Tomo café con una amiga de León que me cuenta que conoce a familiares de Rodriguez Zapatero. Hablamos del expresidente, de su glorioso pasado y su incierto futuro como vidente de crisis económicas mundiales. “Cuando pase el tiempo reconoceremos la labor que ha hecho Zapatero”, me confiesa. No discuto la bondad, el talante y las buenas maneras del expresidente leonés, Dios me libre. Pero vamos a ser serios... ¿Para dirigir a un país hay que tener talento o sonrisa facilona?
La anécdota me la habían contado, pero es actualidad ahora porque la recoge el socialista Joaquín Leguina en su libro de reciente aparición ‘Historia de un despropósito’. Estaban reunidos Miguel Barroso (marido de Carmen Chacón), José Blanco y Javier de Paz. Zapatero llama por teléfono a Blanco porque estudia un cambio de Gobierno y piensa en una mujer como ministra de Defensa. “Si lo que quiere José Luis es dar un pelotazo mediático lo que tiene que hacer es nombrar para el cargo a mi mujer”, dice Barroso. Y expuso sus razones: es mujer, catalana y está embarazada. ¿Saben lo que hizo Zapatero? Pues no pensarlo dos veces y nombrar a Carmen Chacón ministra de Defensa. Ocurrencia con la firma del Maquiavelo de León. ¿Ven la diferencia entre el talante y el talento?
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