El ojo de la aguja

Tres años sin ‘El Buche’

Resultaría triste que a ‘El Buche’ no se le reconociera lo mucho que ha hecho por Huelva y por el flamenco

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Se cumple el tercer aniversario de la muerte del cantaor onubense Manolo Limón de la Rosa ‘El Buche’, un artista flamenco que supo llevar consigo nuestros cantes y el flamenco en general más de tres veces, dándole la vuelta al mundo. Resultaría triste que a ‘El Buche’  no se le reconociera lo mucho que ha hecho por Huelva y por el flamenco,  aunque todo hay que decirlo, aquí en Huelva ha sido poco conocido, ya  que su vida profesional transcurrió a través de las salas y tablaos del mundo, de una manera especial en Nueva York, Japón y países latinos. En España, su cuartel general lo tuvo en Sevilla, en la ‘Casa de los Pavón’. Niña de los Peines y Tomás Pavón  fueron sus auténticos mecenas, y allí residió treinta años.

En vida de Manolo Limón, en Punta Umbría ya retirado, donde llegamos a ser vecinos, le propuse hacer su biografía indicándole: “Manolo,  sería una pena que tu legado artístico quedara en el olvido”. El cantaor de Las Colonias aceptó mi ofrecimiento y le grabé no sé cuántas cintas con el apoyo de su viuda Esperanza Morano, porque ya Manolo andaba con problemas de salud. La obra en cuestión quedó terminada merced también a compañeros profesionales del flamenco, tanto de la guitarra como del baile y del cante, de los que algunos ya no están, como el amigo y también gran cantaor Juan Peña ‘El Lebrijano’, entre otros.

El recorrido artístico de Manolo Limón es impresionante. Ya con diecisiete años en la puerta de una sala donde iba actuar precisamente con ‘El Lebrijano’, haciendo tiempo, pasó por delante de él, en la Quinta Avenida neoyorquina, Juan Ramón Jiménez acompañado de otro señor. Y Manolo Limón, ni corto ni perezoso, con su innata impronta, detuvo al vate moguereño para saludarlo diciéndole que era de Huelva. El poeta, un tanto sorprendido, le preguntó que era lo que hacía en Nueva York. Manolo le dijo que iba a cantar en aquella sala, que era cantaor, y para sorprenderlo aún más, le canto al Nobel: “/Viva Moguer porque tiene/en su cielo dos luceros/uno se llama Platero/otro Juan Ramón Jiménez/ lo mejor del mundo entero/”. Al final, cantaor y poeta se fundieron en un abrazo.

La biografía de Manolo Limón se encuentra en Publicaciones de la Excma. Diputación de Huelva, y que entregué en manos del director del 525 Aniversario del Encuentro entre dos Mundos, Lauro Amaya,  en un pendrive y también encuadernada,  llevaba consigo 125 fotografías para poder elegir e incluir las necesarias. Fotos con Mario Moreno Cantinflas, con cantaores de su época, con Sofía Loren, bailando sevillanas con Rocío Jurado, ‘El Cordobés padre’, Fosforito, en la Estatua de la Libertad, en Japón cantándole a la bailaora Mariquilla, con Farruco, etc. Sin embargo, Lauro Amaya no se quedó con las fotografías, asegurándome que me llamaría en el caso de que la obra se fuese a publicar, con la finalidad de que se las hiciera llegar. Desde Viva Huelva, un año más Manolo Limón, mi recuerdo y cariño junto con el de  aquellos aficionados onubenses que tuvieron la suerte de conocerte y no te olvidan.

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