El ojo de la aguja

Seguridad y sociedad

La sociedad, siempre lo hemos recalcado, más perfecta que existe es la familia, y sin embargo, por desgracia no es así

Publicidad AiPublicidad Ai

Con la expansión terrible del terror que ahora desde las grandes potencias y desde la OTAN están dando la voz de alarma, ya se han metido en un estudio urgente para aumentar sus presupuestos y contar con una mayor seguridad a nivel global. Hasta aquí todo nos parece bien, porque la situación se está yendo de las manos de un día para otro. No obstante, habría que mirar con lupa, muy hacia abajo o bien hacia atrás, como se le quiera llamar, para solucionar una parte importante de la sociedad y su conjunto como base y raíz de los grandes problemas que afloran en el hemisferio.

La sociedad, siempre lo hemos recalcado, más perfecta que existe es la familia, y sin embargo, por desgracia no es así. Son muchas las familias de todos los rincones del planeta, y que conforman grandes sociedades hasta llegar hasta la determinación de naciones o países, que sufren en su carnes las injusticias, el odio, la droga, el hambre, el darle la espalda al otro, el paro, la marginación, el no contar con nada para llevarse a la boca, los sin techos, desavenencias y desafueros que inciden en el desarrollo verdadero del seno familiar, en el que brotan ovejas descarriadas y que terminan delinquiendo, llegando incluso a males mayores por el descontrol familiar y la falta de recursos. Se han perdido los valores humanos, el respeto al otro, sentido de la unificación humana obviando nuestra efímera condición. Continuidad vivencial enredada por un mundo que vive el instante en el que el “yo” personal se antepone al bien común.

Es la sociedad la que en su función valorativa  y real hace que cada país trate de hacer distinguir su forma de vida, pero hoy desequilibrado el alambique cada vez se hace mayor el agujero entre los más ricos y más pobres.

Sí, amables lectores, el hemisferio gira aceleradamente sin saber adónde. Los  grandes sabedores del mundo, científicos, astrónomos, etc., realizan estudios exhaustivos con la idea de que el planeta Marte pueda ser habitable por los humanos para las futuras generaciones, mientras que acá existen grandes misterios que no se tratan de explorar. El ejemplo más cercano es la mar, los océanos, etc., que cada vez ensanchan más su panza por el incontenible deshielo de la Antártida.

Pero en este mundo donde cabemos todos, si el ser humano fuese consecuente y se mirara al espejo, así sería sin distinción de razas ni lenguas, y no ocurre por mor de la codicia y ambición humana, que se agiganta en alturas y se empequeñece en esa falta de caminos que les llevan hacia lo imposible.
El binomio seguridad y sociedad está condenado a entenderse por mucho que parezca lo contrario, pero uno se pregunta:¿Dónde se puede comenzar para hallar el remedio? 

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN