El ojo de la aguja

¿Anglicismos?

De vez en cuando veo y observo el uso de ciertos anglicismos y regreso en el tiempo de los años de la infancia de esa Huelva lejana y rosa, nunca olvidada, y me comunico con aquella presencia de ingleses y escoceses tan frecuentes en la ciudad

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De vez en cuando veo y observo el uso de ciertos anglicismos y regreso en el tiempo de los años de la infancia de esa Huelva lejana y rosa, nunca olvidada, y me comunico con aquella presencia de ingleses y escoceses tan frecuentes en la ciudad, traída por el trabajo que implicó la prosperidad de la pirita.
     Fueron muchos los barcos ingleses que arribaban a nuestro puerto, y era notoria la presencia del “chipichanga”, personaje que hacía de cicerone a los marineros extranjeros, llevándolos a los prostíbulos de la calle Gran Capitán, y también a las tabernas cercanas al campo de fútbol de Velódromo, tabernas como Las Ocho horas, El Perú, El Zepelin, en las mismas por mor del fútbol, se fueron familiarizando los primeros anglicismos ingleses. Aquellas generaciones de onubenses  escuchaban por primera vez la palabra offside, (fuera de juego), penalti, (máximo castigo), corner, (saque de esquina), crack, dribling  entre otras muchas. Muchos onubenses no la entendían solo “los chipichangas”, que chapurreaban el inglés, pero todos las aceptábamos. Con la llegada de los ingleses a Huelva, surgió, en gran manera, una mescolanza de palabras en el discurrir del hablar de los onubenses de aquella época.
     Hoy, estamos avanzando en el terreno lingüístico, precisamente en las mismas fronteras americanas, echándole un pulso al inglés, y sin embargo, aquí en España, por nuestra variedad y riqueza dialéctica, nos dejamos llevar por la pedantería y los modismos, estirados por los nacionalismos Y es que, el idioma catalán, el vascuense  o gallego, por poner un ejemplo, no pintan nada allende a nuestras frontera, se ven obligados al uso del castellano.
    Invadir una lengua es desvirtuarla, se le cambia la configuración, pierde su verdadera esencia, nuestro idioma fue el primero que se habló en los Estados Unidos, en los que había parte del imperio español, como Tejas, Arizona, Nuevo México, Nevada, Colorado, California, etc. donde aún se habla el español en la actualidad.
     Por estos motivos, , en la actualidad uno se pregunta, ante tanto despropósito que se nos quiere meter por los ojos. ¿Por qué no usar la riqueza de tantos y tantos vocablos con los que cuenta el castellano, olvidados por esos pueblos de Dios?.  Quizás tengan más enganche mercantil, porque sin ir más lejos, un chinito de los muchos que andan por Huelva, desde el pasado verano, con esto del calor, ya sabe lo que es un búcaro de tres maneras diferentes. Pegadizos que son los chinos.

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