El ojo de la aguja

'El Buche'

Escribir o hablar del cantaor de flamenco onubense, Manolo Limón 'El Buche', resultaría siempre interminable.

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Escribir o hablar del cantaor de flamenco onubense, Manolo Limón “El Buche”,  resultaría siempre interminable. Manolo, como le llamamos los más cercanos, ha llevado los cantes de Huelva por todo el hemisferio, desde Nueva York hasta el mismísimo Japón, donde estuvo residiendo un porrón de años, y donde aprendió ha hablar el japonés, pero nunca escribirlo.
Resulta que ahora con el ir venir al Punta Umbría, vemos con más frecuencia al conocido y amigo cantaor, no hace poco en la peña flamenca de Punta Umbría con motivo de la presentación del libro de “Niño de Fregenal”, de Paco Zambrano, en cuyo evento estaba invitado para cantar, pero no lo hizo porque no tenía en condiciones la
garganta, así se nos justificó delante de la señora, y así lo escribimos. La pasada semana nos tropezamos con Manolo y su señora en la calle Caracola de la localidad costera. Lo primero que hice es preguntarle por la salud, y me contestó que con la garganta seguía igual. Hay que tener en cuenta de que, Manolo Limón es octogenario, vamos, que no es un chiquillo, algo que trató de convencerle su señora, cuando me daba explicaciones de porque no le salía el vocablo de esta manera y su musicalidad de la otra. “es que tienes que tener en cuenta de que no puedes ya cantar como antes”, le apuntaba la señora.
Y es que se asoma el “Buche”  a nuestro apartado, porque el hecho de estar y conversar con él supone encontrarse con una enciclopedia en vivo del flamenco. Desparrama Manolo aconteceres y anécdotas vividos a lo largo y ancho de su vida flamenca, y uno piensa lo enriquecedor que resultaría, ahora que está en vida escribir la biografía de “El Buche” Manolo ofrece sin esfuerzo alguno, como un libro abierto, anécdotas y ocurrencias que la memoria le respeta con fidelidad, y se arranca y hace su recorte del cante único y explicativo, en un zigzageo con el que nadie se atreve, surgiendo de la espontaneidad y de su fértil imaginación.
Nos habla Manolo limón “El Buche”, el día que le cantó un fandango a Juan Ramón Jiménez en el aeropuerto de Nueva York, cuando el universal vate ya estaba postrado en una silla de ruedas y se dirigía a Puerto Rico. Y habla de una y otras actuaciones suyas  en la ciudad neoyorquina junto a la soprano Guillot y la fadista portuguesa, Amalia. Hoy el “Buche”, ya retirado reside en Punta Umbría y se le puede ver por la calle Ancha de Punta o en la peña flamenca de la localidad costera.

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