El Loco de la salina

Vamos a por ellos

Han puesto radares por todos sitios y los incautos se quejan en las redes sociales como si fueran niños.

Un buen día, en esos ataques de locura que me entran de pronto, tomé una decisión que iba a cambiar el rumbo de mi vida para los restos. Decidí comprarme un coche. ¡En qué maldita hora me vino la idea a esta calenturienta mente! Desde ese preciso instante me he sentido siempre rodeado de una jauría de lobos que me persiguen y que me miran sedientos de billetes. Desde que lo estrené y lo compré a precio de oro, cuando no es por una cosa es por otra, no paro de pagar y de pagar y de pagar. Nada más arrancar el motor, directamente al seguro a pagar, aunque no me vaya a dar todavía el porrazo; que circulo por las calles, me meten el impuesto de circulación, como si el coche no estuviera inventado para circular; que paro y tengo que dejar el coche en algún sitio porque no lo puedo hacer desaparecer, me meten la puñalada de la zona azul, invento abusivo consistente en pagar por estar en un lugar que ni es tuyo ni va a serlo en la vida; que ni circulo, ni paro, sino que tengo el coche metido en el garaje, me obligan a pasar la ITV, para que no me haga el listo; que no me quedagasolina para circular, me tengo que retratar en la gasolinera sin más lamento que el de no haber nacido en el Golfo Pérsico; que me voy a un taller porque escucho un ruidito, que los santos del cielo encabezados por la Virgen me amparen. Y todo con el razonamiento de que se hacen todas estas cosas por mi salud. No cuiden tanto de mi salud que me váis a matar entre unos y otros. Lo último ya lo saben, porque está todo el mundo enterado de la faena que se está preparando. Me han enviado los amigos para aconsejarme y también los enemigos para minarme la moral, un wassap muy completito que reza: “Ya está instalado el radar, tramo de Media Mark a Bahía Sur y desde el puente de Briole hasta la salida de Bahía Sur. Te echan la foto en el primer tramo y en el segundo. Si la media te sale más de 80 kms/h, premio, multazo al canto”.Este es el texto. Además con la salvedad de que no estamos hablando de 20 euros o de 30, sino de 300 o más, porque aquí al personal le sobra dinero y no sabe qué hacer con él. Y por su seguridad. A este ritmo muchos se van a morir de hambre, pero seguros.

Los señores de Tráfico han perdido la noción de lo que cuesta ganar 300 euros y por lo visto no se quieren enterar de que hay muchos españolitos que cobran al mes 426 euros y que una puñalada de esas les puede amargar la vida durante mucho tiempo. Pues nada. Deben calcular que a los que tienen coche hay que exprimirlos mucho más. Han puesto radares por todos sitios y los incautos se quejan en las redes sociales como si fueran niños. Ahora nos llevamos las manos a la cabeza porque están instalando otros dos que no van a perdonar. 

Actualmente están poniendo el patíbulo y habrá que probarlo para que caigan cuantos más conductores mejor.Es como si desde Madrid se hubiera dado la consigna de “Vamos a por ellos”. Esa es la impresión de los que hoy nos sentamos al volante de esos diabólicos aparatos llamados coches. Van a terminar arruinándonos. Algún listillo dirá que muy bien, que es importante que el conductor viva permanentemente machacado, pero sin caer en la cuenta de que alguien se está volviendo supermillonario a costa de los que tienen coche. Los locos hemos reflexionado sobre el tema y creemos que eliminando por ejemplo más de la mitad de los 500.000 políticos y asesores que tenemos, muy bien pagados por cierto, no haría falta multar tanto ni tan salvajemente. Esa breva no va a caer.

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