El Loco de la salina

¿Qué pasa en La Isla?

Y por qué traigo aquí aquella fatídica historia ocurrida en Chiclana. Pues muy fácil.

Me he encontrado en el manicomio una hojilla que han hecho los chiclaneros y que se titula “50 AÑOS DE LA RIADA”. Efectivamente, me he puesto a pensar (de vez en cuando lo hago) y recuerdo aquel 19 de octubre de 1965. Las noticias que venían de Chiclana eran alarmantes. Sobre la una de la tarde el río Iro había crecido enormemente y se estaba desbordando sobre las calles. A la gran tromba de agua que cayó el día anterior en Medina (263 litros aproximadamente por metro cuadrado) se le unió la pleamar. El fango lo llenó todo. La inundación en la calle La Vega, arteria principal de Chiclana, alcanzó los dos metros. Más de tres mil familias fueron las afectadas por aquella desgracia. Incluso en el concurso de Carnaval de Cádiz “Los gondoleros de Venecia” cantaron esta letra de pasodoble, cuyo autor fue Federico Rodríguez del Puerto de Santa María, y que ha pasado a la historia de nuestra vecina ciudad. Decía así:

“Con el corazón transido
leímos aquella mañana
la inundación que ha tenido
ese pueblo de Chiclana.
A pesar de su desgracia
decían con devoción,
aunque pasamos fatiga,
si nadie perdió la vida,
démosle gracias a Dios.
Nadie los vieron llorar,
aunque perdieron sus hogares,
en aquellos barrizales
trabajaban con afán.
Todos los que les escuchaban
muy asombrados decían las gentes
ese pueblo de Chiclana
el que he visto más valiente.
Un niño con una pala
quitando el barro con gana
a su madre le decía:
no llores tú, madre mía,
y arriba siempre Chiclana.”

En la hojilla que he dicho al principio viene una programación detallada que arrancó el 15 de octubre con un acto institucional. Le siguen durante este mes de octubre una exposición del río de la memoria, otra fotográfica, el estreno de un documental, otra exposición fotográfica itinerante por los colegios, un Concierto…Después arranca el mes de noviembre con una Muestra “La riada en la calle”, un Ciclo Cultural, encuentros con testigos de aquella fecha, la presentación de un catálogo de la exposición… No para ahí la cosa, porque ya en diciembre se inicia un ciclo “La riada en la historia” “El río Iro en el origen de la ciudad” y llega hasta el día 16 con la continuación de ese ciclo “Investigación histórica y memoria oral”. La hojilla viene patrocinada por el Ayuntamiento de Chiclana, la Delegación de Cultura y el Museo de Chiclana. Además también están celebrando una gran Feria de la tapa. Por cierto, como siga asistiendo a tantas ferias de las tapas, voy a tener que ir urgentemente al endocrino.

Y por qué traigo aquí aquella fatídica historia ocurrida en Chiclana. Pues muy fácil. En enero del año que viene (está a la vuelta de la esquina) se cumplirán, no 50 años, sino 250 años de la emancipación e independencia de La Villa de la Real Isla de León (por títulos que no quede) con respecto a Cádiz. Sí. Carlos III promulgó una cédula por la que el Ayuntamiento de San Fernando comenzaba a funcionar por su cuenta y riesgo. Parece que La Isla debería celebrarlo por todo lo alto. Pues bien, hasta ahora no he visto ninguna hojilla como la de Chiclana. Por algo se llamará Chiclana “de la Frontera”. Y es que una enorme frontera nos separa de esa ciudad. Aquí somos especiales. ¿Pasará el 2016 sin pena ni gloria? Misterio.

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