El Loco de la salina

De cómo acabar con la corrupción

Como el chorreo de imputados es fabuloso y constante, las cárceles podrían no dar abasto ya mismo.

A los locos nos trae locos este asunto. Nuestro temor fundamental es que, como el chorreo de imputados es fabuloso y constante, las cárceles podrían no dar abasto ya mismo, y seguro que a alguien se le puede ocurrir la idea de mandar a todos estos prendas a nuestro manicomio con lo tranquilos que estamos. Por eso nos hemos reunido hoy en el patio urgentemente y hemos llegado a concretar cinco medidas que podrían ser definitivas, si se llevan a la práctica con el máximo rigor. Si a usted se le pasa por la cabeza alguna más, escríbala en los comentarios y yo la mando a donde la tenga que mandar. Las medidas serían:

1) Disminuir drásticamente el número de políticos. Se podría empezar por darle carpetazo a las Diputaciones y al Senado, o bien que éste lo ocupen los senes (ancianos), porque a ellos les correspondía desempeñar ese papel en la antigua Roma y no como ahora que se ha convertido en refugio y retaguardia de gente con aspiraciones de impunidad y de eternidad. También el número de políticos podría bajar muchísimo en el Congreso, si a los que van en las listas se les hiciera pasar por un casting o un concurso parecido a “Saber y ganar”, donde, además de aprender a apretar el botón de su escaño, supieran algunas cosas más provechosas para los ciudadanos.

2) Limitar el poder a dos Legislaturas (8 años). Y, si alguno argumenta que quiere seguir en el cargo porque es muy bueno, habría que meterle en el coco que más bueno es en su casa o en su trabajo, si lo tiene. Estar más de 8 años en la política hace que uno se vaya creyendo cada vez más que el cortijo es de su propiedad y así pasa lo que pasa. Esto está ya inventado, pero aquí no se ha caído en la cuenta o no se ha querido caer. Un loco comentó que al menos serian otros distintos los que robaran y además dispondrían de menos tiempo para robar, aunque en este tema los demás tenemos serias dudas. El problema es que la ley de limitación la tienen que hacer los mismos políticos, y, como bien saben, solamente los japoneses tienen agallas para emplear el harakiri.

3) Pagarle a la jueza Alaya un viaje por todo el mundo, pero un viaje que sea entretenido, largo y minucioso. Habría más corrupción desde luego, pero ojos que no ven, corazón que no siente. La jueza gustará más o menos, pero es un modelo de temple, de aguante, de perseverancia y de prudencia. Como la mayoría estamos tiesos, se le podría convencer de que fuera al “Pasapalabra” y con el dinero que ganara podría quitarse de en medio una buena temporada, aunque dejara imputado al presentador del programa y después a medio planeta.

4) Suprimir todos los vuelos a Canarias durante los períodos de legislatura. A pesar de las molestias que se les pueda ocasionar a los canarios, pronto verían que eso les iba a salir mucho más barato. También se podría organizar un concurso para premiar al político del año que más haya ahorrado en viajes. El premio podría ser precisamente un viaje controlado a Canarias, pero muy controlado, para que no se nos vaya de las manos.

5) Instalar en las cárceles megafonía intensa con los discos de la Pantoja para empezar, siguiendo con la obra completa del Fary y terminando con la del Falete. Después vuelta a empezar con la Pantoja. Y para rematar la faena en los necesarios y breves descansos musicales, intercalar, también con bastante volumen en la megafonía, las intervenciones de Arturo Mas dando la vara. No conocemos nada que sea más persuasivo ni más demoledor para los corruptos. Procurarían por todos los medios no tener que pasar por semejante calvario.

Aplicando estas cinco medidas a rajatabla y sin compasión, estamos convencidos de que la situación podría remediarse un poquito, aunque los hay tan granujas, que no garantizamos el éxito total. Hasta los locos estamos convencidos de que algo hay que hacer, porque aquí el que no está corrompido está pasado de fecha.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN