El Jueves

Y con retroactividad

Al filo del mediodía de ayer, cuando seguramente usted estaba preparándose como yo para almorzar...

Al filo del mediodía de ayer, cuando seguramente usted estaba preparándose como yo para almorzar, y en el televisor de su salón aparecía cualquiera de los informativos que nos ponen al tanto de lo que está pasando en el mundo, la voz del periodista nos avanzaba lo que el Tribunal Supremo acababa de dictar: el Tribunal Supremo ha acordado, por primera vez, que los bancos deben -y tienen- que devolver todo el dinero cobrado por una cláusula suelo anulada, y no sólo desde mayo de 2013, la fecha en la que consideró que estas cláusulas eran abusivas si no eran transparentes. El Alto Tribunal corrige así su criterio, tras adaptar la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que el 21 de diciembre de 2016 fijó el plazo para devolver el dinero desde que la cláusula considerada nula se activase, es decir, desde que comenzó a aplicarse a la hipoteca. Europa concluyó que no puede acotarse la devolución del dinero si nos encontramos ante una cláusula abusiva.

Es de justicia. Así lo creo y lo escribo. La cláusula suelo no era el blindaje que fijaron algunos bancos para limitar la rebaja en el coste de los intereses de una hipoteca con un tope mínimo, llegado el cual los intereses no seguirían descendiendo a pesar de que el Euríbor, el índice de referencia para fijar el precio de la hipoteca, estuviera por debajo debido a la crisis económica. NO, esto por mucho que nos lo vendieran así, no era esto. Una cláusula suelo era uno de los tantos “impuestos” que teníamos que pagar a los bancos tantos y tantos ciudadanos de pie como lo hemos estado haciendo. La cláusula suelo se considera abusiva y, por tanto, nula aquellas cláusulas suelos que fueran opacas y no transparentes para los consumidores.
A quien obliga esta sentencia del Supremo es concretamente al BBVA, pero se abre un camino en el que se encontrarán todas las entidades financieras. Es de traca lo declarado por Francisco Gonzáles, presidente de la entidad: "Tal y como hemos dicho siempre, BBVA respetará y cumplirá la sentencia del Tribunal Supremo sin reservas y en cuanto recibamos la sentencia procederemos a atender las reclamaciones".

Creo que este señor lo que espera es que todos, además, le demos las gracias por acatar lo dispuesto por la justicia. Lo dicho, de traca.

De todos modos, no crean ustedes que dejaremos de oír esas cantidades astronómicas que nos cuentan los bancos de sus beneficios anuales. Las seguiremos escuchando, no les quepa duda. Porque si no es por la cláusula suelo será por otra cosa.

En este juego ya se sabe quién es el que siempre gana. 

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