El Jueves

Lotería de Navidad

Me gustaría tener un poco más de memoria para recordar los últimos anuncios de la Lotería de Navidad. El caso es que, en una primera y rápida reflexión...

Me gustaría tener un poco más de memoria para recordar los últimos anuncios de la Lotería de Navidad. El caso es que, en una primera y rápida reflexión, sólo recuerdo los de los últimos años: aquel del caballero que no compra el décimo del sorteo en su bar de toda la vida y el camarero se lo guarda; el de Montserrat Caballé y Raphael (lo mejor de aquel spot era el entorno en el que fue grabado); o Justino, el personaje animado del pasado año. Este año tenemos a Carmina, una señora que confunde la víspera con el día clave del sorteo y que cree que ha sido agraciada con un premio. No les cuento más porque seguro que ustedes lo han visto.

Lo cierto es que tanto el del señor del bar como el de este año esconden un tinte de tristeza. Al menos a mí me produce esa sensación. Por mucho que al del bar se le arregle la vida o Carmina, la protagonista de este año, viva un momento de felicidad.

Todo esto puede estar muy bien y ser una original idea de la agencia publicitaria autora del mismo, pero entiendo que la historia de Carmina no es la más apropiada. Supongo, a riesgo de equivocarme, que en la protagonista de este año se quiere dibujar a una enferma de demencia o alzhéimer. Si esa ha sido la intención, creo que han errado en la historia. Se nota que los creativos o bien no se han documentado lo debido o bien no tienen cerca a una persona con esta enfermedad. El comportamiento de los más cercanos con ella no es el más adecuado, siempre bajo mi punto de vista. Por ello, el anuncio de este año no solo no me gusta, sino que en cierto modo me repele verlo.

Nos venden la Lotería de Navidad en entornos poco felices, más bien tirando a tristes, cuando gran parte de la sociedad esperamos estas fechas para, al menos y por algo de tiempo, sentirnos felices y olvidar de alguna forma lo malo o desagradable que nos rodea. Tocar los sentimientos de los compradores de Lotería de Navidad no debe hacerse necesariamente a través de "la pena". Existen otras formas de hacerlo o al menos de interpretarlo. Recuerden los anuncios de Campofrío, que si bien han utilizado aspectos poco positivos de la vida como el motivo central (la crisis, por ejemplo) nos la han presentado de otra forma distinta y mucho más original. Observen a Coca-Cola, que sigue para mi gusto siendo un ejemplo en el ingenio publicitario.

Carmina no me invita a jugar a la Lotería, más bien me llama a colaborar con alguna entidad que investigue la demencia o cuide de los más desfavorecidos.
Algo que no es malo, dicho sea de paso.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN