Hoy he faltado a la cita con mi amigo Lucio, al que saludo desde Menorca, porque regreso a Málaga esta noche. He pasado una semana, más que de descanso de cansancio, recorriendo poblados talayoticos, todos ellos con un talayot grande y varios otros más pequeños, navetas y taulas. Como diría algún amigo paisano, piedras y más piedras colocadas unas encima de otras desde hace, cuando menos, entre tres y dos mil años. Los talayots que hacían los menorquines neolíticos son unos montones de piedras troncocónicos de unos seis o siete metros de altura aproximadamente. No se sabe muy bien para qué servían, pero tenían que distraerse mucho acarreando piedras. Puede que fuesen torres vigías o de comunicación entre poblados. Las navetas son unas naves rectangulares con ábside ovalado que servían para enterramientos masivos, en tanto que las taulas son monumentos religiosos formados por una piedra, de tres a cuatro metros de alta, hincada verticalmente en el suelo y soportando otra plana horizontal, como una T.
Todo este megalitismo menorquín me absorbe y cautiva, tanto como su magnífica sobrasada o sus ensaimadas, pero no por eso he dejado de estar pendiente de algunas cosas que me preocupaban o, mejor, me interesaban sus resultados, como por ejemplo las elecciones francesas o el clásico Real Madrid-Barça en el Santiago Bernabéu.
La segunda vuelta a la presidencia de la V República se la disputarán Macrón y Marine Le Pen ¿Qué ha pasado? Los franceses han castigado a “Los Republicanos” del conservador Fillón y a la extrema izquierda populista, “Francia Insumisa”, de Melenchón, a pesar de que los sondeos le daban ganador. Pero, sobre todo, ha castigado severamente a los socialistas de Hamon que se queda a una enorme distancia con tan solo el 6% de los votos. El socialismo francés ha alcanzado la más baja cota de su historia, como ya le sucediera al griego y, en las últimas elecciones, al PSOE de Pedro Sánchez. Los franceses han enterrado el bipartidismo imperante en las últimas décadas (gaullistas y socialistas) para optar por un recién nacido partido, “En Marcha”, social-liberal, europeo y centrista, encabezado por un joven (39 años) Macrón. Claro que muchos franceses, tantos como los que le han dado el voto a éste, han votado a la ultraderechista Marine Le Pen del “Frente Nacional”. La segunda vuelta la ganará Macron, pero ¡ojo al parche, PSOE! que Francia está muy cerca.
El clásico Madrid-Barça no era un tema de vida o muerte, no, ¡era mucho más! Pero fuesen cuál fuesen las predicciones, dijesen lo que dijesen los hinchas y pitara lo que pitara el árbitro, daba igual: quién tiene a Messi gana y Messi ganó.
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