Algún citable sabio, del que ni me acuerdo ni pienso molestarme en buscar su nombre, dijo que el mundo es todo lo que acontece. Yo tan solo veo el mundo que acontece a mi alrededor, junto al mar y con dos lagrimones por los chiringuitos de toda la vida, como El Lirio, que ha cerrado dejando un hueco en la playa. Y veo, quiero decir leo, también ese otro mundo de fronteras infinitas que acontece en las páginas de la prensa.
Hoy, cuando esto escribo, o sea ayer, cuando usted lo lea, celebramos el día internacional de la mujer. Y pienso que el mundo no es más que un asqueroso fenómeno recurrente de una situación insoportable. Más de una veintena de mujeres asesinadas, víctimas de la violencia machista, en lo que va de año. ¡Una sola al año ya sería insoportable! Además, las mujeres siguen discriminadas laboral, social, política y económicamente ¿Hasta cuándo el machismo abusará de nuestra paciencia?
Naseiro afirma en el juicio de la “Gürtel” que Bárcenas no sabe nada de arte, aunque sea todo un artista. Los del “govern catalá” siguen adelante con la desconexión mediante leyes exprés, al más puro estilo franquista, pero eso sí, aprobando una ley que habilite a las otras. Solo al 1,7% de los españoles les preocupa la secesión de Cataluña. Deben ser los hinchas del Barça.
Me consuela mi amigo Lucio. Todo esto lo hablamos en nuestra confortable barra de “El chipirón colorao”. Sentencia: -Lo peor de éste mundo es que se puede odiar y ser odiado sin haberse conocido, aunque lo mejor es que también se puede amar y ser amado en la misma circunstancia.
Recordó, de la película “El juego de la sospecha”, la escena en que una señorita de uniforme llega a la casa y, cuando le abren la puerta, dice cantando: “soy su telegrama musical” ¡Bang! Le pegan un tiro. Eso es lo que vulgarmente se llama matar al pregonero. Y hay políticos empeñados en atacar a la prensa cuando ésta no dice lo que les interesa. Comenzó Maduro con sus barbaridades, Trump acusa abiertamente a la prensa de mentir en su contra y, en España, estamos ante una gravísima denuncia de la Asociación de la Prensa de Madrid por supuestos acosos y presiones de Podemos a determinados periodistas. Mira Lucio -le digo-: ni lo creo, ni lo dejo de creer. En mis más de diez años como colaborador columnista de opinión, en distintos periódicos, jamás nadie, ni editorial, ni políticos, ni empresas, me han presionado en ningún sentido. Pero, si la denuncia es cierta, este mundo, sin duda, está muy enfermo. Atacar a la prensa es atacar a la democracia.
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