El reencuentro

Hablaba Lucio del fenómeno Trump y de cómo había sido posible que un chiflado xenófobo y ultranacionalista tomara por asalto el cielo

Publicidad Ai Publicidad Ai

Hace casi un año que no me veía con mi amigo Lucio, el viejo maestro comunista, represaliado con cárcel durante el franquismo y ahora, desde hace más de una década, jubilado. Se retiró a su rincón del alma que le vio nacer con un escueto: ¡Hasta más leer! Ahora ha vuelto hasta más escribir..
Lucio es apodo. Se lo pusieron en el partido. Y, por cierto, muy bien puesto ya que siempre fue un Séneca. Aunque más me parece a mí el poeta prometeico que viene a dar testimonio de la luz.
Al saber que nuestro querido bar “El chipirón colorao” de El Palo, abrió sus puertas de nuevo, nos apresuramos a reencontramos en él. Y allí nos encontramos a nuestro Rafael, el viejo pescador que abandonó el copo para servir copas en su taberna.

¡Ay, amigo Juan, cuánto ha rodado el mundo en tan solo un año! Me dijo con la vista perdida en el riojano caldo de pasión, cóctel de tempranillo y garnacha, con el que Rafael había colmado nuestras copas. Mientras, el tabernero, que seguía en forma a pesar del año que había estado sin dar vino al Palo, nos obsequió con una tapa de colitas fritas de  “follaencueros”, ese pescaito tan rico como irreverente.
Lucio comenzó a darle un repaso al año. Lo que más me gustaba era su capacidad de síntesis. Le bastaba una frase, una cita, para iluminar cualquier asunto. Resumió los dislates del mundo en el que nos encontramos, aunque muchos se empeñen en no encontrarse en él, con una frase de Juan de Mairena: “La verdad del hombre empieza donde acaba su propia tontería. Pero la tontería del hombre es inagotable.”

Hablaba Lucio del fenómeno Trump y de cómo había sido posible que un chiflado xenófobo y ultranacionalista tomara por asalto el cielo que, para los americanos, es la Casa Blanca. Y, para explicarlo, recurrió de nuevo a Mairena, el apócrifo profesor de gimnasia y retórica creado por Machado, cuando le decía a sus alumnos, a los posibles futuros políticos: “No penséis que vuestro deber de retóricos es engañar al hombre con sus propios deseos; porque el hombre ama la verdad hasta tal punto que acepta, anticipadamente, la más amarga de todas.” Se estaba refiriendo a la retórica usada `por los  populismos. Continuó Lucio con su exposición: El mundo ya no se mueve políticamente en la confrontación entre capitalismo y socialismo. La controversia es globalización o ultranacionalismo proteccionista. Difícil solución para un problema originado por dos errores. El primer error fue acabar mal con los nacionalismos; el segundo parir peor la globalización.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN