The hum, ese sonido apocalíptico que según selectos tímpanos se escucha por Cádiz y que nadie sabe explicar procedencia ni origen, viene a ser como este tumultuoso presente político donde tantas cosas se dicen para no aclarar básicamente nada. No sé ustedes, al menos yo me relajo escuchando el entorno y, divertido, me cuestiono hasta qué punto algunos no se dan cuenta de lo mal que nos lo están poniendo a estos caminantes ciudadanos votantes. Hoy tiro, porque tengo varios, de modelo, llamémosle, por zonas, como el baloncesto. Voy.
La zona IU. Sorprendente como esta formación se ha situado en un plano estratégico, al contrario de lo que tradicionalmente fue, de no romper un plato, de casi no dejarse oír. Silencios. Con Antonio Maíllo al frente y la renovación estética que eso supone, IU pasa de tapadillo tanto en la esfera autonómica como en la municipal hasta el punto de que en determinadas zonas empata e incluso está por encima de su socio de orilla, el PSOE, y lo hace sin mancharse las manos, sin hacer oposición, sin usar la pancarta, solo esperando cual pescador que tira la red sabiendo que el mar hoy está por él. Esto lo sabe su socio, este PSOE encasquillado en Rubalcaba y esperanzado en Susana Díaz. En IU saben que ahora o nunca, tienen instituciones, tienen por tanto baraja para repartir y todo ello es usado para ocupar espacios. Yo, en el caso del PSOE, me preocuparía más de ellos que del PP. Por eso, insisto, creo que Díaz terminará adelantando las autonómicas aunque no pare de asegurar lo contrario.
Por Cádiz. En la provincia apocalíptica de esta semana se han cruzado sonidos variados. Comenzó con López Gil como secretario general de San Fernando en lo que se interpreta sea el primer paso para ser candidato por allí, algo que él no quería pero que dadas las circunstancias quizás no pueda evitar. Se enfrentaría a Loaiza, que sigue en la idea de romper con el PA y hacerlo ya porque no aguanta más, si bien pactos provinciales de su partido con los andaluces le hacen morderse la lengua cuando no quisiera. Un ejemplo es la situación de El Puerto, donde esta semana, como ya aquí alguien intrépido, yo, apuntó y mucho hace, se ha confirmado la renuncia de Moresco a la Alcaldía y su sustitución por Alfonso Candón en una operación directa de Antonio Sanz, que parece va a hacerle un seguimiento muy especial a todo lo que suceda en esta localidad. A Moresco al final no le situarán en Ifeca, tampoco en el Consorcio de Bomberos, que fueron las dos primeras tentativas, pero sí en el Patronato de Turismo, donde se está muy cómodo. Y ello hasta que salgan las listas al Congreso donde le han prometido estará y no hay que dudar que así sea, o sí. Depende. Yo dudaría, pero claro es que yo soy un dudoso enfermizo. Lo cierto es que Candón será alcalde en febrero, tiene un año por delante para hacerse hueco y convencer a todos de que es el mejor candidato que puede presentar el PP allí, de hecho ya Sanz apuntó fino que todo alcalde que terminara la legislatura sería candidato y por eso Moresco no lo hará y Candón sí. El Puerto, ya lo advierto, será una plaza de mucho interés este último año, con IP hecha Ciudadanos, el PSOE con un despiste importante y el PA agazapado cual felino que visto el cervatillo pastando se relame porque carne fresca pretende. Quiere la alcaldía y pretende colarse en Diputación, sobre la cual todos saben está a día de hoy bailando entre unos y otros. Se cruzarán cromos.
De Jerez. Estoy seguro de que el día en que los anteriores regidores de Jerez firmaron los acuerdos por los que ahora se vienen sentando en el banquillo ni por asomo se imaginaron la escena, en unos casos por desconocimiento de su auténtico transfondo jurídico -porque nadie les alertó- y, en otros, aventuro, porque nunca antes había pasado nada. Hasta que pasa. Y mientras el que decide demandar lo hace en la vía contenciosa, el gobernante, y algunos asesores suyos, piensan que a lo mejor la justicia va a tardar más años que su gobierno y para entonces ya se verá, pero entre tanto no pasa nada y sobre todo, esto es lo más importante, no implica responsabilidad personal de nadie. El problema es cuando se aprietan demasiado las tuercas o se pisan demasiados callos y no se es escrupuloso con el cumplimiento de la ley y, con ello, se abona la vía penal; estas son palabras mayores.
Hasta ahora todas las actuaciones llevadas a cabo por el ayuntamiento de Jerez en cuanto a la plantilla vienen siendo demandadas ante el contencioso, ya ha habido varias sentencias en la primera instancia que han concluido con la improcedencia de los acuerdos, desconozco cuál va ser el veredicto de las que restan y de los recursos municipales contra ellas, pero advierto que por las inmediaciones de los pasillos municipales cada vez suena con más intensidad que se avecinan nuevas querellas porque la RPT, sus modificaciones, los nombramientos y el reparto de productividades, dicen, son meriendas de negros que benefician y perjudican siempre a los mismos y, añaden, se abusa del uso del fraude de ley dándole apariencia de legalidad a lo que no la tiene. No soy jurista y desconozco qué tanto de razón legal llevan, pero hay riesgos que no se deberían correr porque el banquillo es duro y frío y la factura que pasa puede ser muy elevada.
Otra cosa. Con un ERE en el juzgado acordar liquidar a determinados trabajadores de Onda Jerez con 35 días por año por toda su vida laboral con indemnizaciones que sobrepasan por mucho los cien mil euros y, en algunos casos, cuando las jubilaciones son inminentes resulta difícilmente defendible. Más cuando de Jecomusa se dijo en el modelo presentado al Ministerio sociedad “en disolución” por su situación financiera y, con ello, cuadraron las cuentas con un ahorro de más de cinco millones de euros al año. En 2014 se incrementa el presupuesto de Onda Jerez y se hace para pagar altas indemnizaciones. Todo ello en unos días que nos muestran a Pilar Sánchez en el banquillo, Lebrero dimitido y el PSOE de Jerez prácticamente hundido y a la espera de tiempos mejores, tanto que hasta IU parece pasarle por encima y, para rematar, a Pacheco, parece, a punto de anunciar su retirada. Lo de hoy es el reflejo de lo que pasó ayer, lo de mañana nos mostrará lo que está sucediendo hoy. Para lo bueno. Para lo malo.
The hum. He oído este zumbido. Tengo, se ve, tímpano para ello. Viene de lejos, tenebroso, apocalíptico: el auténtico sonido del silencio. Gaditano. Como el Carnaval. Será el mar que trompetea avisando de que el Falla está a punto de alzar el telón.
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