Abre la noche la sesión con el coro de Luis Rivero, espectacular como siempre que marca un 2x4 tan característico como original. Los carnavales, sin duda alguna, son el mayor espectáculo del mundo. Y con razón así se deleitan con una apuesta impresionante y colorista.
La igualdad, la que también se pretende imponer en el Carnaval no llega como se quisiera cuando es la mujer la que deja su casa a diario para ensayar y volver para continuar llevando su hogar.
Afinación extrema la que ofrece este grupo con una expresión vocal de lo más exquisita.
La deshumanización de la sociedad encuentra su crítica en el segundo tango.
Cuplé más actual no puede ser con el juicio de Iñaki Urdangarín, que mientras la infanta padece pena, el país tiene vergüenza ante la situación de la familia real.
Los carnavales venecianos y brasileños completan el repertorio aprendiendo de la fiesta gaditana como referente mundial, con un espectáculo que marca todo un popurrí para deleitarse y disfrutar por todo cuanto ofrece en él.
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