El Dedo

Un museo marinero

En la calle Las Cadenas hay un local marinero que causa una gran pena por su abandono extremo

Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai

En la calle Las Cadenas
hay un local marinero
que causa una gran pena
por su abandono extremo.
Puntales y más puntales
sostienen sus viejos techos,
amarillando el  paisaje
de ese lugar que es tan bello.
Bitácoras y sextantes,
poleas y salvavidas
junto con bolsas flotantes
que preservaban la vida
de aquellos hombres del mar
que, de manera suicida,
navegaban sin cesar
para traer la comida
al entorno familiar
después de 40 días.
Las bocinas antiniebla,
los remos y los grilletes
junto con artes de pesca
forman parte de ese mundo
que se perdió hace décadas.
Guardacabos y aparejos,
de los llamados reales,
allí podrás contemplar
con códigos de señales.
Maquetas de varios barcos
que pasaron al desguace
dan a este singular marco
la añoranza del recuerdo
de aquellos que forman parte,
de ese nudo marinero.
Boyas y cartas náuticas,
hélices y flotadores
para las redes literas
que hacían de colgadores.
Hasta una pila de baño
para reforzar las redes
tiñéndolas todo el año
en este sitio veredes.
Toda esta serie de objetos
que acabo de describir,
si no hubiese tanto inepto,
bien se podrían lucir
en un museo homenaje
a nuestra flota pesquera
para disfrute de El Puerto,
para la gente extranjera,
para niños y mayores
que conozcan Menesteo
y la industria conservera.
El dueño de este tesoro,
inquilino del local,
viene luchando años y años
para poderlo donar.
Sin embargo, los prebostes
de nuestro Ayuntamiento
con la idea son conformes
sin moverse del asiento.
Y es lo dicho tantas veces:
porque están faltos de tiempo.
Tienen a la oposición
rascándose las narices,
tienen ahora ocasión
de hacer a algunos felices.

Pongan en marcha el museo,
El Puerto lo necesita.
La labor sería de otro,
la gloria de la Alcaldía.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN