Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, y realmente conocemos a muchos de ellos, pero que tropiece tres veces solamente conocemos a uno que lo hizo el 20 de diciembre del pasado año, el 26 de junio y el 25 de septiembre del actual y, lo que es peor, que tiene deseos de volverlo a hacer, a pesar de que las caídas han sido cada vez más estrepitosas que las anteriores.
En el primer tropezón tendría que haber abandonado la carrera como hizo el líder al comprender que no podía llegar a la meta.
En el segundo tropiezo se llevó por delante a cinco de los corredores que le acompañaban, dejando el equipo con 85 participantes mientras que el líder aumento el suyo hasta los 137.
No obstante, a pesar del gran fracaso, quiso continuar y el resultado fue escandaloso al perder el 50% de corredores el pasado día 25 en el maratón que celebraron gallegos y vascos.
Finalmente, más de la mitad de los organizadores del equipo han decidido abandonar, tras el desastre originado por un corredor sin fondo que no es más que un descerebrado con ansias de poder y cuyo único fin es perpetuarse en la política para vivir de ella, ya que no tiene los redaños suficientes para sacarle fruto a sus conocimientos en otro tipo de empresas.
Es posible que mientras estén leyendo mi artículo, el interfecto haya abandonado la competición
voluntariamente o la Organización le haya retirado de la misma, o por el contrario quiera continuar para por cuarta vez tropezar; entonces batiría un record, aunque conociendo su egoísmo y sus aires de grandeza lo veo capaz de vender su alma al diablo y así pisar moqueta.
Dedicado al Dr. No.
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