A vueltas con las andadas y otra vez NO a la investidura de Rajoy. Ese NO reiterativo de Pedro Sánchez y su manada, ese NO que nos tiene sin gobierno desde el 20 de diciembre del pasado año, ese NO que no permite legislar a un gobierno en funciones, ese NO al que los socialistas se aferran no sabemos muy bien porqué, aunque reflexionando solamente un poquito deduzco que la negativa viene dada por una de las calificaciones de mi anterior artículo la semana pasada: el Dr. NO, Pedro Sánchez, y que ahora amplio al odio que el líder tiene el presidente en funciones a su partido, un modelo sólo comparable al que tenía Caín a su hermano Abel, con la diferencia de que éste quiere matarlo políticamente.
El Parlamento es la cámara legislativa, la asamblea de donde emanan todas las leyes del Estado y que son aprobadas por mayoría de sus miembros, y también esa mayoría puede derogar leyes anteriores con las que no estén de acuerdo, así pues ¿puede explicarnos el Partido Socialista por qué no se abstiene en la investidura?
Saben perfectamente que con los 137 diputados del Partido Popular no es fácil gobernar al tener una mayoría absoluta en contra. Me ratifico en lo expresado anteriormente: odio, odio y más odio.
Si se celebrasen unas terceras elecciones, que al parecer ningún partido desea, estoy convencido de que el fracaso de Pedro Sánchez sería estrepitoso.
De ahí que dará su brazo a torcer antes de que termine este mes de septiembre y, en caso contrario, han de saber los socialistas que Mariano Rajoy sacará mayoría a pesar los errores últimamente cometidos.
Sin embargo, si tenemos no una formación de gobierno rápida, el Partido Popular debería presentar al Congreso una petición de suspensión de sueldo hasta tanto no se resuelva el conflicto, sin posibilidad de cobrar los atrasos. Poderoso caballero es Don Dinero…
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