En poco más de 30 días, la temporada veraniega habrá pasado para las playas de El Puerto. Tenemos muchas y bonitas playas en una costa limpia, gozamos de los servicios necesarios para que se pueda desarrollar la actividad propia de las mismas, como los baños en el mar, la práctica del deporte, el atezado del cuerpo, es decir el bronceado, el lucimiento del tipo, los paseos por la orilla, incluso algún que otro marisqueo.
Sin embargo, a partir del día 8 de septiembre, fiesta de Nuestra Patrona la Virgen de los Milagros, dejan de prestarse los servicios; las playas son abandonados a su suerte tal y como ocurre actualmente en la Playa del Aculadero, situada en la zona ocupada por Puerto Sherry.
Es lamentable que en este lugar tan apacible con un amplio aparcamiento ordenado, cuidado y vigilado por los parados de PM40, no exista ni una sola ducha, donde el chiringuito lleva cerrado más de 2 años, donde no existe ni un triste botiquín y donde además ha sido eliminada la pasarela de madera para bajar a la arena.
Se conoce que el ahora edil de Playas no frecuenta o quizá no conozca, o ni siquiera la haya pisado.
Al Aculadero acuden muchas personas mayores con sus nietos, y también muchos jóvenes con sus hijos por la tranquilidad de sus aguas y por la seguridad de las mismas.
Es canallesco que no dediquen alguna atención a este bello rincón de nuestra ciudad.
Con tanta desidia nos veremos nunca crecer El Puerto.
La desidia es el peor de los pecados porque no tiene perdón… es cuestión de actitud.
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