A buen seguro que a estas primeras horas de hoy viernes ya sepamos lo que ha ocurrido con el referéndum de Escocia, como también sabemos que el Consejo de Ministros está reunido comentando el resultado.
De todos es sabido, y así lo creemos, que la unión hace la fuerza, sin embargo algunos se empeñan en la separación no teniendo en cuenta el riesgo al que se enfrentan. En España, el Gobierno de Cataluña quiere establecer un paralelismo con Escocia sin tener presente que la historia de sus pueblos son muy distintas.
No quiero entrar en la discusión del independentismo pero creo, haciendo un símil, que es lo mismo que perder un dedo de la mano. Esta seguirá actuando igual, pero el dedo ¿dónde se encaja? Esta comparación viene a cuento por el abandono de Antonio Jesús Ruiz del Partido Andalucista local, no sé si por temor a fracasar en las próximas elecciones municipales o por la aspiración a cotas más altas.
En el primer supuesto puedo asegurar que no tendría que preocuparse porque la mayoría de la juventud de El Puerto está con él. Sabemos que su labor al frente de la Concejalía de Vivienda no ha sido la más acertada, pero también sabemos que la crisis del ladrillo contra la que ha tenido que luchar ha sido muy dura. Quizás ha debido actuar más de cara hacia dentro que al exterior porque ¿cuántas personas trabajan en dicha concejalía? ¿Es su gerente el más idóneo para desarrollar la labor que se requiere? Simplemente le diré que en El Puerto se sigue hablando de Manolo Rebollo.
En cuanto al segundo supuesto, estoy de acuerdo, ya que todo político debe tener la ambición de ocupar puestos de mayor responsabilidad para poder ayudar “a cuantos más mejor”, como vulgarmente se dice. Desde estas líneas le deseó los mayores aciertos en esta nueva andadura y, sin ánimo de ofender, me recuerda la alegría del monaguillo a la muerte del Papa… porque el escalafón es el escalafón.
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