Somos el país que mejor improvisa, que en el momento decisivo encontramos a la mano la herramienta apropiada. O al menos eso es lo que nos parece. La pregunta es si podemos ser felices siendo prevenidos. O cuánto aguantará la ordenación en nuestras vidas. El origen de todo está en el sol, siempre lo digo, y el sol es el orden de la vida; lo lógico es estudiar bajo su calor el problema y el paso último es lanzarse en picado sin más miramiento. ¿Lógico, o antes bien, intuitivo? Tenemos mal momento con los cuadros dirigentes corrompidos, a los señores políticos me refiero; tanteando daremos con un promedio virtuoso y prudente. Pero, eso, el estamento político se hace útil y no menos necesario, que moderar es venir a lo sensato y la multirevisión casi siempre resulta ser el camino más exigente.
Así, pues, saldremos una vez más y no vendremos a resultas ni conclusiones. Se entiende cómo algunos adoraban al sol queriendo ser pragmáticos y tenerlo a favor. Para los adentros aún lo hacemos y siguen en lo oscuro suspiros y anhelos bien profundos: que no nos falte su energía como fuente de esperanza. Admito que es pretencioso, pero creo firmemente que saldremos; me lo dicen tantos años ejerciendo de confiado y quién sabe si deformado ya en la esperanza. Pero es habitual ya, lo siento, y sé que expongo todo un provenir fundado en buena lógica. ¿Y si de una vez confiáramos en la educación en esta península de los extremos? Un plan de vida debatido y pactado, con propósito de atenernos y con fiel intención de someternos. Claro que ya no seríamos nosotros y cambian todos los supuestos. Hay un partido nuevo con propósito de cuanto digo, pero ya veremos que no creo que llegue, ojalá de todas formas.
De cualquier modo, estoy seguro que saldremos, ya tenemos experiencia de levantar cabeza cuando todos se hubieran rendido. ¿Qué os creéis? Es triste soportar a mediocres, lo peor, y no es posible librarse cuando se agarran con razones: ¿cuánto llevan cobrando algunos viejos personajes del congreso? Se mide por los recursos verbales. Peores son los que no callan y más las que aguantan con la oposición del marido; es enredoso trinchar con tanto cuchillo. ¿Sabéis la diferencia de funcionarios si se compara con Europa? Se estropeó muy al principio, quizás con la romanización, pero trabajamos pocos para muchos. ¿Se arreglará? Nadie se ha atrevido nunca a asegurar nada, os lo confirmo, que yo he estado bien atento. Las romanas, como no se habían inventado los partidistas, no se tenían todavía muy en cuenta y no se les culpaba casi de nada; pero las romanas estaban destinadas a grandes pesos con el tiempo. Y a la igualdad de los nominados y las nominadas, con artículo y todo.
Leo de un barrio marginado de cierta etnia en una ciudad andaluza. Los profesores hacen sus estudios para aguantar situaciones, no pasan de ahí; como los paños de cocina acogiendo el instrumental. No se ve salida, ni siquiera integración, sólo abuelas cuidando el fuego de los hogares. Cuando digo saldremos, no lo creo; hemos de seguir en esta abstinencia de hombres mediocres que no se acaba y siempre es menor para castigo. Pero saldremos porque hay una mutualidad de cortos que sostiene esta sociedad basada en el rendimiento y sin sentimientos, como una pieza de precisión que se ha desajustado. Buscaremos las vueltas y el acomodo fácil, pero por imperativo, impreciso. Nunca una solución segura por sus cauces racionales, no cabe esperar ni es deseable por su camino hacia la frustración. En este orden natural de las zonas templadas el tanteo de la probabilidad lleva a estos defectos. La vida nace de un pleno y oculta sus intentos fallidos en una penumbra. El hombre por más completo, ha de esperar que ocurra ese azar biológico de las seudomatemáticas.
Yo sería acusado de rémora con estas cosas, que es pez marino que se adhiere y marcha con el impulso medio. Nadie sabe, pero esto va, y, mientras vaya, no hay que pedir más. Es que sería necesario frenar todo para hacer análisis y recomponer, a dónde iríamos a parar. Las cosas van saliendo y crece la confianza ilusa de que seguirá. Entre ellos los hay que son entusiastas de comenzar a lo derecho y otros que se lo piensan con desazón. Con tal de que no se hurgue en lo que surte de base, ambos nos sirven. Es que lo que saldría si nos tomamos en serio tanto remilgo, mejor no pensarlo. Al final, todo depende de seguir en el poder y hay que cuidarlo, el partido me refiero. Eso sí, hagamos lo que hagamos, saldrán trucos y revueltas para sortear los obstáculos, que hasta el muro de Donald J. Trump tiene su aquél sin construirse. La rémora es un teleósteo y acantopterigio, fusiforme con dos aletas y otras lindezas que se saben muy bien los que practican el oficio: sujetarse a lo que flote y aguantar lo que venga. Seguro que habrá algún equilibrio y saldremos a su costado. Este país es un gran teleósteo con vistas a humilde acantopterigio, ya digo, que se limita a flotar y no requiere esfuerzo. Si censáramos a toda la rémora, sorprenderíamos muchas siestas en esta tierra del sol.
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