El cuento

No pidas lo que no te corresponde, no renuncies a lo que es tu derecho, hace falta una educación acorde con nuestras aspiraciones y en eso estamos.

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Lo cuenta un video recién llegado. Era un bosque  tranquilo y saludable de brisas que movían la floresta. En las copas cantaban las cigarras con mejor  intención que resultados. Bajo esta carraspera allá abajo en el suelo pobres hormigas laboraban incansables llegando cargadas en cada viaje. El que gobernaba el bosque se dejó convencer y ordenó a las hormigas entregar los almacenes a las cigarras para que su salmodia durase todo el año. Sucedió que el hambre mató a las recolectoras y al año siguiente a las cantoras. No busquéis mayor precisión que sólo es una fábula.

 

Gusta mucho de jugar con las palabras el Sr. Presidente y dice que el Gobierno está precisado a elegir entre lo malo y lo más malo, piensan las clases obreras. Se trata de capitalismo pero con una gota de pimienta social al final del trayecto. Por qué vamos a pagar, dicen ellos, los de abajo, todo el tiesto roto y no se distribuye de forma equitativa entre hormigas y cigarras como consta en la constitución y en el evangelio. Somos iguales ante la ley y ante Dios, que a veces en este país pesa tanto una como otro. España nunca se niega a tributar si lo ve justo y tiene malas pulgas si se ve arrasada por la prepotencia.

 

 No sé si está injustamente repartida la carga, yo al menos digo que así se ve desde abajo, y si así no fuera, lo han vendido muy mal al pueblo y a los sindicatos faltando a la claridad democrática. La Democracia requiere transparencia y no es aconsejable aceptarla como forma de gobierno para después intentar inclinarla ante mayorías absolutas. El pueblo es el protagonista y no se debe doblegar a palos la justicia, que el seno social tiene un historial registrado que tarde o temprano actúa equilibrando la balanza. Un ala conservadora extremada con visión pobre siempre hace pagar a generaciones futuras los platos rotos. Se trata de que “no se joda nadie” y de que todos gocen de los mismos derechos básicos que se ennoblecen en la Democracia. ¿Los bancos son demócratas?

 

La libertad consiste tanto en no pedir lo que no es justo como exigir lo que sí lo es. Este equilibrio racional, conductor de las pasiones del hombre, es la corona de un régimen que nos hace iguales en derechos y obligaciones y deja degustar la libertad que es bebida de dioses. No pidas lo que no te corresponde, no renuncies a lo que es tu derecho, hace falta una educación acorde con nuestras aspiraciones y en eso estamos. Ningún régimen como éste lleva al hombre medio a cotas más altas de dignidad, pero al tiempo a la mayor bajeza traicionando a los demás con injusticia. Por eso la dignidad de los cuerpos armados pende exclusivamente de la justicia de la orden que reciben de la autoridad. Se llenan de orgullo o depravación obedeciendo y hasta qué punto en cada paso incurren en uno u otro tiene que decidirlo un juez investido del poder del pueblo.

 

Yo no opino, que es muy lioso andar en la libertad que decíamos y que sea equitativo. Lo que sí me atrevo a decir es que en ella hace falta más buena voluntad y que los que no la tienen enseñan el plumero más fácilmente. Son años apasionantes los que estamos viviendo tras una vida de coacción que empezó con trincheras y ha ido evolucionando hasta esto. Dejad que los que hemos andado el trayecto completo nos recreemos en el anuncio de nuevos horizontes y dejadnos advertir que es inaudito oír discusiones en este país donde siempre hubo unanimidad. Me atrevo a decir que deis un codazo al que se pase y volváis al diálogo. Hubo tiempos peores.

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