La patronal del comercio, Aprocom, se ha quejado por que, como ha venido siendo habitual año tras año, se haya suspendido durante la Navidad en numerosas ocasiones el servicio del tranvía hasta la Plaza Nueva por la gran aglomeración de personas en la Avenida y haya rendido servicio en la Puerta de Jerez o en el Archivo de Indias, por más que se diga como excusa que al fin y al cabo no están tan lejos del Centro de la ciudad.
No sólo ocurre durante las fiestas navideñas, sino también en Semana Santa o en otras fechas señaladas en que los sevillanos y turistas toman la Avenida, como en el puente de la Purísima. Esgrimir en esas circunstancias la cercanía de la Puerta de Jerez y/o el Archivo de Indias a la Plaza Nueva es justamente el argumento demostrativo del error de haberse gastado al menos 93 millones de euros en una línea de transporte sustitutiva del Metro, pomposamente denominada Metrocentro y que cuando más se necesita porque hay más público en la calle no puede cumplir su función ni hacer honor a su nombre: el Metrocentro no puede llegar hasta el Centro porque sería una temeridad y supondría un elevado riesgo su tránsito por una Avenida atestada de gente, incluyendo niños y ancianos sin capacidad para una reacción rápida ante cualquier contingencia. La Navidad ha servido para volver a demostrar que el tranvía es sólo un parche ante la falta de Metro y no su alternativa.
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