El Ayuntamiento ha prohibido, poco antes de su inicio, la XII Carrera de la Mujer en defensa del deporte femenino y contra el cáncer de mama y la violencia machista, en la que se habían inscrito 14.000 participantes, las cuales acudieron el sábado a recoger sus camisetas y dorsales sin que se les advirtiera de una posible suspensión.
Como suele ocurrir en estos casos, la organización culpa al Ayuntamiento por sus supuestos cambios de criterio y petición de más papeles sobre la marcha, y desde el gobierno local se sostiene que no se han cumplido todos los requisitos exigidos, especialmente el Plan de Movilidad.
Resalta el hecho de que siendo ésta la XII edición de la Carrera y habiéndose celebrado con normalidad las once anteriores no se haya podido celebrar la prueba de este año por algún imponderable burocrático.
Pero lo más sorprendente es comprobar cómo, si había problemas soterrados a lo largo de la semana para otorgar la autorización, el mismísimo delegado de Deportes, David Guevara, dio su aval público a la prueba al presidir el jueves el acto oficial de presentación y pronunciar un discurso ante los presentes y los medios de comunicación. La participación del delegado en la promoción de una prueba a la postre ilegal demuestra la descoordinación existente en el seno del Ayuntamiento, que al prohibirla en el último momento ha dado también muestras de improvisación.
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