El PP se vanagloria de que el gobierno del PSOE ha aprobado “su proyecto de Sevilla Park, dejado planteado durante el mandato anterior”, con lo que traslada el mensaje de que Espadas ejecuta el modelo de ciudad de Zoido, basado fundamentalmente en grandes centros comerciales.
Desde la libre economía de mercado nada tenemos que objetar a Sevilla Park ni a sus promotores, que arriesgan su dinero en Sevilla. Ahora bien, no parece acertada la construcción de un macro complejo en un fondo de saco como es la dársena del Batán, con el impacto que supondría para la única y ya saturada vía de acceso que canaliza el tráfico desde el Aljarafe, y a costa de recalificar para uso comercial casi 500.000 m2 industriales del puerto.
En Sevilla hay un enorme desequilibrio entre la escasa industria existente y los predominantes servicios como para seguir privando de un espacio esencial, cual es el portuario, a aquélla en beneficio de éstos, máxime si hay suelo alternativo.
Nos preguntamos para qué sirven plataformas como ‘Sevilla (en) clave industrial’ y las declaraciones oficiales de apoyo cuando se acaba entregando suelo industrial al primer promotor comercial que aparece por el horizonte.
Así pues, el modelo de ciudad de Espadas alterando el PGOU (¡y pensar que se llegó a hablar de crear allí un distrito arroba, tecnológico, como el de Barcelona!) empieza a parecerse al de Zoido como dos gotas de agua.
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