Editorial Sevilla

Alojamientos turísticos

La sanción por el cambio de la mitad de las viviendas familiares de un inmueble para uso turístico muestra la magnitud del fenómeno en Sevilla

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Urbanismo ha impuesto una sanción de 1,8 millones de euros a una empresa por haber transformado parte de un edificio de uso residencial y familiar sito en la calle Becas, cerca del convento de Santa Clara y de la torre de Don Fadrique, en alojamientos turísticos sin el previo y preceptivo permiso del Ayuntamiento. Dado que la sanción equivale al 75% del valor de la obra realizada, la empresa invirtió 2,4 millones de euros en reconvertir como turísticas trece de las veintinueve viviendas familiares de las que constaba el inmueble desde hacía nueve años.

Esta transformación, que ha afectado a casi la mitad del edificio, demuestra la magnitud que está alcanzado el fenómeno de los pisos turísticos en el Casco Antiguo: a los propietarios les es más rentable dedicar sus viviendas a alojar turistas que a alquilarlas a los nativos. La consecuencia es que vecinos que residían en el Centro desde hace años o de toda la vida acaban expulsados del mismo, con todo lo que ello implica de cambios en cascada de usos comerciales tradicionales, pérdida del alma de los barrios, caída demográfica y un largo etcétera de transformaciones de las que aquí aún no somos conscientes pero que en otras ciudades como Barcelona están provocando una fractura social y económica. No hay aún una respuesta para esta tendencia imparable, pero el ‘boom’ de pisos turísticos puede acabar dejando zonas de Sevilla sin sevillanos.

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