Uno de los más graves problemas heredados por Espadas es el del atasco en la tramitación de las licencias urbanísticas, agravado por la decisión adoptada en anteriores mandatos de separar de facto las competencias entre Urbanismo y Medio Ambiente. Hace meses se estimó en cerca de tres mil las solicitudes pendientes, lo que significa el bloqueo de otros tantos proyectos de negocios o de construcción en una ciudad con más de 70.000 parados y que necesita impulsar la actividad para crear empleo.
A pesar de que el gobierno realizó, dentro de las actuales limitaciones, contratos específicos para mediante un plan de choque agilizar este atasco, por su magnitud se tardará todavía bastante tiempo en el aliviar el retraso existente. Mientras se decide la integración administrativa o no de Medio Ambiente en Urbanismo, que requeriría un tiempo añadido, el Colegio de Aparejadores se ha ofrecido como entidad colaboradora al Ayuntamiento para que sus técnicos ayuden a tramitar en tan sólo 15 días los permisos que no requieran de una evaluación de impacto ambiental y al coste equivalente de la actual tasa municipal.
Con este auxilio se podrían resolver de entrada 400 solicitudes pendientes en la Gerencia. El método funciona con éxito en el Ayuntamiento de Madrid, gobernado por Podemos, por lo que podría aplicarse en Sevilla para no desaprovechar la reactivación económica.
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