El delegado especial del Gobierno para la Zona Franca, Javier Landa, ha declarado que su objetivo es captar a corto y medio plazos entre 20 y 25 empresas que unir a las cinco existentes. En puridad en la Zona Franca no hay ninguna nueva empresa: las que están ya estaban en el área portuaria y han quedado dentro del espacio delimitado luego con ventajas fiscales.
Así pues, la Zona Franca parte realmente sin ninguna compañía captada “ex novo”, cuando Zoido y el propio Landa, más por acción el primero y por omisión el segundo, crearon a la ciudad la falsa expectativa de que había un centenar de sociedades haciendo cola para instalarse y esperando únicamente a que apareciera la orden de creación en el BOE y se alzara la valla perimetral de delimitación, un mínimo requisito que ni siquiera el gobierno local anterior fue capaz de cumplir en cuatro años.
La Zona Franca, pues, es un paradigma más del mandato de Zoido, basado en la continua generación de expectativas irreales que al no cumplirse crearon frustración entre el electorado. No queremos pasar del triunfalismo desorbitado al derrotismo, ni tampoco que con este proyecto acabemos con el mismo síndrome del jaramago que con la Cartuja tras la Expo. Hay que dar tiempo al tiempo pero siendo conscientes de que el punto inicial de la Zona Franca es el mismo que el punto final preconizado por Olivencia para la Expo: balance cero.
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