Vecinos del Polígono de San Pablo y de Nervión han iniciado una recogida de firmas contra un tanatorio que una empresa privada ha empezado a construir en el polígono industrial de la Carretera Amarilla y anuncian una concentración de protesta a las puertas del Ayuntamiento durante la celebración del próximo Pleno municipal y cortes de tráfico en la avenida Montes Sierra.
Los promotores de la movilización afirman que la licencia de obras puede estar dentro de la legalidad pero que el Consistorio la ha concedido sin consultar a los vecinos y sin analizar con ellos o dar alternativas a los problemas que a su juicio se pueden crear de llegada de gorrillas, afección al tráfico y otras molestias.
Recuérdese que cuando se presentó el proyecto de construcción de una mezquita en Sevilla Este, el alcalde declaró que no autorizaría ninguna iniciativa “sobre la que los vecinos muestren claramente su rechazo y oposición”. ¿Qué va a decir ahora? ¿Por qué no a la mezquita y sí al tanatorio si en los dos casos ha habido oposición vecinal?
Hemos defendido siempre que los proyectos han de medirse no por la simpatía o el rechazo que susciten, sino por si cumplen o no con la legalidad y el Plan General de Ordenación Urbana de Sevilla, porque un Estado de Derecho no se puede regir ni por el estado de ánimo de los habitantes ni por el capricho de los gobernantes, sino conforme a unas reglas iguales para todos. Para colmo, el PP, que dio luz verde a un tanatorio en San Jerónimo, anima ahora a los vecinos de Nervión a manifestarse contra Espadas. Con este panorama, ¿cómo queremos atraer inversores a Sevilla?
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