Editorial Sevilla

Caballos de sol a sol

El Ayuntamiento ha de exigir, modificando en lo que haga falta las Ordenanzas, un trato exquisito a los caballos de los coches turísticos

Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai

La denuncia del Partido Animalista contra el Maltrato Animal (Pacma) sobre las condiciones en que se hallan los caballos que tiran de los coches turísticos  no puede ni caer en saco roto ni llevar al extremo  de prohibir este medio de transporte típico de Sevilla.

El Pacma hizo un seguimiento durante una semana del trabajo de uno de estos équidos y dice haber constatado jornadas de trece horas, bajo el sol y con temperaturas de hasta 45 grados. Asimismo, expone que como no hay norma reguladora de los horarios, son los cocheros quienes determinan el tiempo en que los caballos han de estar uncidos, independientemente de las condiciones climáticas.

Esta llamada de alerta sobre las circunstancias de estos animales no es nueva. Hace un mes, en una Tribuna publicada en este periódico con el título “De caballos y otras tasas”, el catedrático de la Hispalense Rafael Cómez narró cómo había sido testigo de la muerte de un caballo frente a la Puerta del León del Real Alcázar y de la muy negativa reacción de los turistas extranjeros, máxime por la tardanza de los Servicios Municipales.

Pues bien, la principal   preocupación de los agentes fue impedir que se tomaran fotos o vídeos de la macabra escena, en vez de investigar qué había acaecido. En un mundo afortunadamente cada vez más sensibilizado sobre estas cuestiones, el Ayuntamiento debe exigir, modificando en lo que haga falta las Ordenanzas, un trato exquisito a los caballos de los coches, porque además está en juego la imagen de la ciudad. No vale con decir que esos caballos son “atletas”: ningún atleta se pasa todo el día corriendo de sol a sol.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN