La reciente y multitudinaria manifestación en Granada, en la que decenas de miles de personas protestaron contra la fusión de hospitales decretada por razones económicas y que ha causado pérdida de calidad asistencial y molestias, demuestra que los andaluces ya no se creen por más tiempo la propaganda oficial de que nuestra Sanidad es la joya de la corona que no ha sufrido recortes por la crisis, al contrario que los practicados por Rajoy.
Pocos días antes, un sindicato tan poco sospechoso para la Junta como CCOO puso cifras en un informe comparativo sobre los presupuestos de todas las comunidades a los recortes sanitarios realizados por el Gobierno andaluz desde 2010 hasta la fecha. La Consejería de Salud le ha dado un tijeretazo de 6.200 millones de euros a sus presupuestos en este periodo, a un promedio anual de 1.000 millones en números redondos. En el Servicio Andaluz de Salud (SAS) se han eliminado 5.591 puestos de trabajo, especialmente en Sevilla (un 11,81% de la plantilla), Málaga (9,34%) y Granada (9,23%). Las camas sanitarias en servicio en el año 2014 eran 519 menos que en 2010.
Y mientras la Junta ha recortado en más de un 10% el dinero público destinado a la salud, las familias andaluzas, en una región con casi un millón de parados, han tenido que incrementar sus gastos sanitarios (farmacia, médicos) en más de un 33%. Y el estrambote: han subido las listas de espera. Por más que la Junta niegue la evidencia, la joya de la corona de la sanidad andaluza ha perdido bastantes quilates.
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