Casualidad o coincidencia, en vísperas del debate -hoy- sobre el estado de Andalucía, la Red Andaluza de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, que componen 47 organizaciones no gubernamentales -como Andalucía Acoge y Cáritas- y que por trabajar a pie de calle conoce a fondo nuestra realidad, presentó un informe de obligada lectura.
Según este documento, 1.075.000 andaluces viven en situación de pobreza extrema y subsisten con menos de 332 euros al mes; casi la mitad -3.620.684- de los habitantes de nuestra tierra están en riesgo de pobreza y exclusión; Andalucía, que hace dos años aún estaba en mejor situación socioeconómica que Ceuta y Murcia, ya es la comunidad más pobre de España; más de la mitad de los andaluces no puede permitirse ni una semana de vacaciones al año ni participar en actividades deportivas o culturales, por falta de dinero; el 82% de nuestros jóvenes cree que su único futuro está en la emigración….y así un penoso y largo etcétera.
Este demoledor informe debería actuar como vacuna contra la tentación de airear mensajes de triunfalismo o complacencia por parte de la clase política en el debate de hoy, pero sería estéril que fuera usado como arma arrojadiza de unos contra otros. Ha de servir para tomar plena consciencia de nuestra situación y para que los partidos, más allá de sus diferencias ideológicas, acuerden un plan de choque que permita romper ese círculo infernal de la pobreza en que se hallan tantos andaluces. Es a ellos a los que hoy hay que dar unas respuestas concretas que, como en la canción de Dylan, no pueden quedarse en el viento.
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