Los autónomos andaluces registraron en 2015 un total de 2.284 accidentes laborales, un 9,5 % menos que el año anterior, y dos de cada cien autónomos que cotizaban por accidentes de trabajo sufrieron un siniestro laboral.
El presidente de la Asociación de Autónomos de Andalucía (ATA), Rafael Amor, y el vicepresidente de esta organización, José Luis Perea, han presentado hoy un informe sobre la siniestralidad laboral de este colectivo en Andalucía, elaborado con datos de la Mutua Universal.
Andalucía representa el 19 % del total de accidentes de autónomos en España (11.944 accidentes).
Del casi medio millón de autónomos andaluces (494.974), 120.261 cotizaban por accidentes de trabajo, el 24,3 % por ciento del total, frente a la media nacional del 19,7 %.
Según el informe, dos de cada cien autónomos que cotizaban por accidentes de trabajo sufrieron un accidente laboral en 2015, de los que casi el 98 % fueron leves, cuatro graves y dos mortales.
El vicepresidente de ATA ha apuntado que esa siniestralidad laboral se multiplicaría por cuatro si todos los autónomos tuvieran cobertura de contingencias profesionales (accidentes de trabajo y enfermedades profesionales).
No obstante, ha señalado que la tendencia de la siniestralidad en el colectivo de autónomos es a la baja respecto a los dos últimos años, si bien ha abogado por fomentar la cotización por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales y la cultura preventiva, entre otras medidas.
Por sectores, la agricultura, ganadería y pesca, con 497 accidentes contabilizados en 2015, y los servicios, con 953, englobaron el 41,2 % del total de siniestros en el colectivo.
No obstante, el índice de incidencia de siniestralidad, es decir, en función del número de autónomos de cada sector que cotizan por contingencias profesionales, refleja que la construcción es el que más accidentes registró, con casi un 4,5 %, seguido de industria y transportes, con el 3,2 % cada uno, de agricultura, con el 1,9 %, y de servicios, con el 1,3 %.
Durante el 2015 Andalucía, las lesiones más frecuentes entre autónomos fueron esguinces, dislocaciones, y distensiones (925), un 40,5 % en total, causadas principalmente por sobreesfuerzos físicos, golpes y caídas.
Además del informe, ATA ha presentado un decálogo de propuestas para mejorar la prevención de los riesgos laborales en los autónomos, entre ellas mejorar el sistema de incentivos bonus-malus, que permite reducciones en las cotizaciones por contingencias profesionales a las empresas que reduzcan su siniestralidad laboral, reduciendo cargas administrativas y agilizando plazos.
También piden el desarrollo reglamentario de la nueva Ley de Mutuas, donde se estableció la incorporación de las organizaciones de autónomos a los órganos de participación de las mutuas teniendo representación tanto en la comisión de control y seguimiento, como en la comisión de prestaciones especiales
Igualmente, abogan por implementar campañas formativas e informativas en el ámbito de la subcontratación, en la coordinación de actividades empresariales y sobre los nuevos riesgos emergentes como los psicosociales.
Otras propuestas de ATA consisten en la participación de las organizaciones de autónomos más representativas en los órganos institucionales donde se debate y proponen mejoras para la prevención en el colectivo como el Instituto Andaluz de prevención de Riesgos Laborales y la creación de un Observatorio Permanente de la Siniestralidad Laboral
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