Muchos sectores se están recuperando de la crisis económica que abate a España desde ocho años atrás, entre ellos se encuentran los sectores de inversión colectiva, que ahora vuelven a sus máximos porcentajes previos a la crisis. De hecho, los dineros gestionados por fondos y sociedades de inversión ya representan más de un tercio de la riqueza en el país.
La actitud del ciudadano común ha dado un vuelco con el paso de los años, hemos aprendido (en muchas ocasiones de forma dura), que mantener dinero en un banco estancado no es suficiente para garantizar nuestro futuro y poder obtener una remuneración adicional a nuestro trabajo diario. Allí entran las inversiones. De hecho, en las sociedades de inversión se observan más de 9,6 millones de participes con un volumen gestionado de 370.000 millones de euros, según informa el artículo de Desarrollos recientes de la industria de la inversión colectiva, publicado en el boletín económico mensual del Banco de España.
Aun así, el perfil del inversor español es más conservador, y los instrumentos más utilizados son los depósitos y repos, la bolsa y la renta variable.
Pero lo cierto es que adicional a las opciones más tradicionales, nos encontramos con que en la actualidad contamos con nuevas herramientas para invertir nuestros ahorros, como sería el internet. Este ha facilitado tanto las cosas que ni siquiera tenéis que acudir al banco para realizar las operaciones, sino con simplemente sentarse frente a una computadora podéis hacer trabajar vuestro dinero.
Si estáis buscando invertir, otra opción segura y que otorgaría beneficios a corto plazo, que además se beneficia con las nuevas tendencias globales, es el mercado de divisas, también conocido como Forex. El mercado de divisas es descentralizado y mundial. Fue creado con el objetivo de facilitar el flujo monetario derivado del comercio internacional. En este podéis intercambiar monedas y negociarla libremente. Lo único que necesitáis para ingresar es contar con acceso online, una cuenta con un bróker y un terminal de comercio. El objetivo sería intentar determinar la dirección de los precios de una moneda y hacer el cambio por la compra o venta de ella; con ello, es posible comprar de una moneda más económica y venderla más cara, obteniendo una ganancia que podría llegar a superar hasta el 100% del capital utilizado.
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