El saldo vivo del crédito hipotecario cayó un 6,5% en 2014, hasta los 714.354 millones de euros, según datos de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), que sitúan el crédito hipotecario gestionado durante el pasado ejercicio en 721.188 millones de euros, un 6,6% menos que hace un año, siendo el menor descenso registrado desde 2010.
El crédito hipotecario gestionado agrupa el saldo vivo del crédito hipotecario en balance y el que se ha dado de baja vía titulización pero del que se mantiene la gestión.
A falta de conocer la evolución del crédito por segmentos de actividad para el cuarto trimestre, la AHE estima que este comportamiento del saldo del crédito obedecería principalmente a unos menores volúmenes de amortización en el crédito a las actividades inmobiliarias y de la construcción.
Aunque la nueva actividad crediticia registró en 2014 su primer crecimiento interanual desde 2006 en el segmento residencial con un incremento en términos relativos del 20%, los niveles de nueva actividad todavía se sitúan muy por debajo del escenario pre-crisis y de las tasas de amortización de la cartera residencial.
Mientras, la dudosidad del crédito al sector privado residente ha mostrado una tendencia descendente a lo largo del año. Los saldos dudosos del sector privado residente descendieron un 12,6% en 2014, situando la tasa (saldo dudoso/saldo vivo total) en el 12,8% frente al 14% registrado en 2013.
Respecto a los instrumentos de financiación, el saldo vivo de los títulos hipotecarios (que incluye cédulas hipotecarias y titulación de activos hipotecarios) se situó en diciembre de 2014 en 417.291 millones de euros, lo que representa un descenso interanual del 11,8%.
En términos relativos, el peso de estos instrumentos de financiación específica sobre el total del crédito hipotecario se mantuvo estable en el 58% (61,4% en 2013).
Por su parte, los depósitos del sector privado disminuyeron un 1,2% en el año. El ratio préstamos/depósitos --indicador de la liquidez-- se sitúa para el conjunto del sistema en el 57% frente al 61% registrado en diciembre de 2013, reflejando el proceso de desapalancamiento llevado a cabo por el sector privado y una mejora en la capacidad de las entidades para afrontar la nueva financiación.
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