Las obras públicas incompletas, ruinas modernas de Italia

Calatrava se mostraba "completamente convencido" de que la construcción será terminada, aunque apuntó que "es necesaria paciencia"

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Escuelas, polideportivos, hospitales, carreteras y un aeropuerto, todos sin terminar, figuran entre las casi setecientas obras públicas incompletas que Italia acumula y para las que el Gobierno del país busca fondos privados.

La Ciudad del Deporte Tor Vergata, obra del arquitecto español Santiago Calatrava, presentada en 2006 para albergar el Mundial de Natación de 2009, una competición que finalmente no acogió por falta de tiempo, es una de las que, inacabadas, destacan en las cercanías de Roma.

El segundo intento de dar un uso a la instalación, bien visible a medio terminar desde los montes próximos a la capital, llegó con la candidatura de la ciudad italiana a los Juegos Olímpicos de 2016, que no consiguió, y tras ellos, los de 2020, una carrera de la que Roma se retiró por la crisis económica.

Tres eventos fallidos que convirtieron el complejo en una construcción inacabada, con las obras paralizadas en 2010 y una deuda de 400 millones de euros que el Gobierno italiano espera que asuma alguna entidad privada, según señalan los medios locales.

En una entrevista con el diario La Repubblica, Calatrava se mostraba "completamente convencido" de que la construcción será terminada, aunque apuntó que "es necesaria paciencia".

Este palacio del deporte no es la única obra inacabada en un país en el que se reparten, de norte a sur, un total de 693 obras "fantasma" que requieren una inversión de más de cuatro mil millones de euros para su conclusión.

Para ello el viceministro de Infraestructuras y Transportes, Riccardo Nencini, ha propuesto "bonus fiscales a favor de las empresas que se encarguen de la construcción de las obras públicas incompletas".

Explicó que las empresas privadas podrán utilizar las infraestructuras "con un fin distinto del inicial" y con la ventaja de que contribuirán a "revivir obras que podrían cumplir una buenísima función".

Función que no llegó a cumplir la terminal del aeropuerto de Saint-Christophe, en el septentrional valle de Aosta, el proyecto inacabado localizado más al norte de Italia.

Justo en el extremo opuesto, al sur, permanece abandonada una carretera en la provincia de Enna.

Entre el inacabado aeropuerto del norte y la carretera fantasma del sur se encuentran otros ejemplos, como el hospital de Alba y Bra, en Langhe (norte), un complejo de 159 millones de euros que fue inaugurado en 2012 por el entonces ministro de Sanidad, Renato Balduzzi y que solo ha completado el 50 % de su construcción.

A él se suman un albergue de la juventud en Lecco, aprobado en 2008 y que requiere de 2,6 millones de euros, una estación ferroviaria en Ferrara, que necesita 50 millones, o la restauración del teatro Verdi, que permanece cerrado desde 1985, todos ellos en la región de Emilia Romagna, al noreste.

Campaña, al suroeste del país y con capital en Nápoles, es la región que los medios señalan como "la más cumplidora", con solo dos pequeñas obras incompletas: un polideportivo y cuatro centros públicos.

Al sur, en las provincias de Calabria, Puglia y Sicilia, quedan pendientes de construcción un embalse de 70 millones de euros, el teatro de Sciacca, proyectado en los años setenta y que, tras una inversión de 25 millones de euros, no encuentra fondos.

Además de estas grandes infraestructuras, hay decenas de pequeñas obras de provincia, como una escuela infantil y una piscina en la provincia de Vicenza, al norte de Italia, o un jardín en la isla de Cerdeña.

La consejera de Italia Nostra, asociación para el cuidado y la conservación de bienes artísticos, culturales y naturales, Matilde Spadaro, explicó a Efe que las obras inconclusas "necesitarían una consideración específica".

Recordó que, en Roma, además del centro deportivo del arquitecto Calatrava quedan pendientes la finalización de la línea de Metro C, la tercera de la ciudad, o la denominada Nuvola de Fuksas (cúpula del centro de congresos).

En cuanto al uso, lamentó que la obra de Calatrava no haya despertado el interés del ayuntamiento para acoger el nuevo estadio del Roma, una decisión que hubiera considerado "óptima" pero que se ha convertido en "una ocasión perdida que se suma a otras muchas".

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