Es bien sabido que afirman que rectificar es de sabios, y así parecen haberlo recapacitado en el Consulado de España en Quito (Ecuador) que en principio, como contó en exclusiva Viva Huelva, había denegado el visado de estudios a una estudiante ecuatoriana becada por la UNIA para estudiar en La Rábida por no probar que disponía de medios de subsistencia suficientes para la totalidad de la estancia prevista o para el regreso al país de origen o de residencia, o para el tránsito a un tercer país en el que tenga garantías de que será admitido, o bien no está en condiciones de obtener legalmente dichos medios, o lo que es lo mismo, traduciendo, agarrándose a la idea de que alguien que viene con pocos recursos de fuera sólo quiere quedarse en España o pasar a un país tercero, y no simplemente, formarse en profundidad, con las oportunidades que ofrece la UNIA, y volver a su país para tener mejor acceso al trabajo. El caso llama la atención si atendemos a la de discursos oficiales que hay sobre la ayuda de la Madre Patria a los países latinoamericanos, que parece que se refiere sólo a lo fácil que lo tienen algunos colectivos como los futbolistas o los jugadores de baloncesto, para conseguir el pasaporte o la nacionalidad española, y lo complicado que resulta para la gente corriente circular por el mundo, y acceder a España también, pese a los lazos históricos y todas esas cosas.
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