Desde mi palco

La necesaria revisión de los itinerarios

Aunque algunas cofradías son reacias a cambiar, las obras que se desarrollan en la ciudad y la evolución hacen necesaria una disposición a revisar lo existente.

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  • El Gran Poder cambiará este año. -

Hace algunos años la hermandad de la Expiración adelantó media hora su salida. Esperaba a las 22.00 para salir, pero a las 21.30 ya era noche cerrada, incluso con horario de verano. Para más, la cofradía abandonó la calle Colegio Naval Sacramento, con lo que supone pasar ante el retablo cerámico de su titular y siguió por Real. El resultado, muchas más personas viendo a la hermandad en la calle.     

Del cambio de Medinaceli habrá que esperar, pero la configuración arquitectónica del barrio hace ver que se vivirán grandes momentos por Pérez Galdós y por La Herrán-Murillo. Como también por González Hontoria, que a la vez tiene el mismo efecto de calle Ancha con los naranjos.     

Gran Poder vuelve a su itinerario antiguo, antes de pasar por Capuchinas, pero se encuentra con un problema. El adelanto de la salida de Servitas puede hacer que se la encuentre cuando vaya por San Rafael, pero eso se soluciona compatibilizando los horarios y la forma de andar.     

Otro cambio acertado fue el de Caridad el año pasado al coger por Pérez Galdós y quitarse el correr por Las Cortes para entrar detrás de Huerto. Menos acertado el de Santo Entierro, porque eso de meter a las autoridades civiles y militares por un callejón, no está a la altura de la majestuosidad de cruzar una Plaza de la Iglesia o Real.     

No hay que ser reacios a los cambios bien pensados y para el beneficio de todas las hermandades que procesionan ese día. No hay que serlos, y al contrario, hay que ampliar los itinerarios. Resulta cansino que una hermandad tarde más de hora y media en pasar una Carrera Oficial. Cansino el discurrir de muchas, porque sus itinerarios son tan cortos que no pueden hacer otra cosa que alargar el tiempo en la calle a base de paradas y mecíos lentos. Así, mientras antes las cofradías bajaban la calle Escaño y subían hasta la Alameda, ahora se corta por Capitanía y se dobla por la Plaza del Rey. Osea, hemos ido a menos. Y para verlo, sólo hay que comparar los itinerarios de hace tres décadas con los de ahora.

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