Desde mi palco

El declive de la Feria del Carmen y de la Sal

La decisión de un único montador para las casetas rompió la competencia y los caseteros lo pagan desde entonces.

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  • Casetas Feria del Estero. -

Llevaban años planteando dejar de montar caseta en la feria del Carmen y de la Sal y esta vez lo han hecho. No voy a entrar en si es oportuno o no, justo o no, pero sí en un problema en el que pocos se han percatado y en el que comenzó el declive de la Feria para las hermandades.

En los últimos años cambiaron las conocidas casetas de Los Puitos o de Falucho, de hierro, a las de aluminio. Es verdad que son casetas más fuertes, sin columnas por el medio, pero más caras.
Es verdad también que hay hermandades que están deseando dejar de montar caseta porque no tienen gente, es difícil encontrar un catering para una feria que sólo vende algunas horas de noche, y necesitan de una justificación para con los hermanos, pues muchos de ellos no son conscientes de que las ganancias en feria ha bajado muchísimo por la crisis.

El declive de la Feria comenzó cuando el Ayuntamiento obligó a que una sóla adjudicataria montara todas las casetas de la Feria, sevillanizando una velada que disponía de casetas al aire libre, rodeada de cañizos y barriles sueltos con el Peñote Los 21 o la misma caseta de El Liceo, o la caseta de la hermandad del Huerto. Eran otro tipo de casetas. Después, cada hermandad tenía su estructura y al Ayuntamiento sólo le pagaban las tasas, que sin el montaje son cantidades fáciles de asumir. El Ayuntamiento de entonces rompió las posibilidades de competencia e incluso obligó a que casetas de propiedad no se pudieran usar.

Pero resulta que la Feria también tiene una fuerte presión de Bomberos, SAS, inspecciones de diversa índole, etc. Cada día es más difícil montar una caseta, hay más responsabilidad y es menos rentable. La mayoría de las hermandades se ven abocadas a recurrir a empresas de catering para que gestionen sus barras y eso junto a la crisis económica, lo ha coronado todo. Detrás de la barra no tienes a esa persona o amigo que conoces de todo el año.

Pero aparte, hay un exceso de puestos de comida rápida, de bebidas repartidos por el Ferial, y eso también afecta a las casetas. Hay mucho por hacer.

La pena de todo esto es que si no se busca una solución a los altos precios de montaje de una caseta, la que fuera Feria de la Bahía de Cádiz puede llegar a tocar fondo, aunque resurgirá de sus cenizas como Ave Fénix, pues siglos de historia la acompañan.

Y puestos a ver, me gustaron mucho más las casetas de la Feria del Estero en la Plaza del Rey, que las gigantescas de la Feria del Carmen y de la Sal.

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