Desde mi palco

Tiempos difíciles para la Iglesia diocesana

Ni siquiera la renovación de la Iglesia diocesana está ajena a contratiempos.

Publicidad Ai Publicidad Ai
  • Desde mi palco. -

Después de un mes de agosto en el que se han alzado voces y se ha escrito mucho en contra del obispo diocesano. Después de que el Papa Francisco dé día a día ejemplos de la nueva Iglesia que quiere. Después de ver cómo Rouco Varela se resiste a dejar el palacio de Madrid en favor de Monseñor Osoro. Después, viene todo lo demás, de esa pirámide jerárquica.

No son tiempos fáciles para la Iglesia y en particular para la diocesana. La marcha de Antonio Ceballos Atienza, que realizó una labor continuista de la de Antonio Dorado Soto, depara un obispo que lógicamente quiere renovar la diócesis, que por otro lado falta le hacía.

La renovación siempre es buena, en todos los órdenes, porque impide o acaba con los vicios. Sin embargo, entrando en tiempos, es curioso ver que una de las polémicas veraniegas ha sido la dimisión del responsable diocesano de Cáritas, que precisamente era de San Fernando y que había sido nombrado por el mismo obispo de ahora. Osea, que ni siquiera la renovación está ajena a contratiempos.

Sin embargo, la diócesis de Cádiz y Ceuta es rica. Hay ciudades donde las asistencia a misa los domingos supera con creces lo que se registra en otras provincias. La provincia de Cádiz está siempre en la vanguardia y destaca por tener una población poco conformista y progresista. La Iglesia no puede quedar parada en el tiempo. No puede permitirse polémicas absurdas, vengan de donde vengan.

El Papa Francisco, a bordo de un avión, ofreció una de las manifestaciones más sonadas. “Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo? El catecismo de la Iglesia Católica  lo explica de una forma muy bella a esto. Dice que no se puede marginar a estas personas por eso. Hay que integrarlas a la sociedad. El problema no es tener tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby", dijo el Papa Francisco. Porque no se puede pedir el perdón del hermano, y en la práctica mirar para otro lado. Es entendible que lo que se quiere de un cristiano católico prácticante pueda resultar a veces sí, y a veces no, porque la condición humana así es. El problema es que no hay criterio unánime y a veces fallan, quienes no deben.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN