Desde la red

El juego del Recre

En defensa no estamos tan mal, aunque tenemos la desgracia de encajar algún gol inoportuno como el del otro día

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Cuando empezó la competición me di un plazo de seis jornadas para valorar al equipo. La realidad es que ahora que hemos superado esa fecha yo mismo estoy hecho un lío. No tengo dudas de que la plantilla es buena y está bien nutrida de calidad. Javi Casquero empieza los partidos luchando por ellos, aunque el trabajo que cuesta marcar un gol, un estigma típico en Huelva, provoca un miedo que le hace dar el paso atrás cuando nos adelantamos. Quizás el miedo no sea el único motivo, también el desgaste físico. A partir de ciertos minutos nuestros jugadores están vacíos de energía y eso merma mucho.

Pero tampoco puedo decir que juguemos mal. Falta esa chispa al final, quizás a veces hasta suerte. Lazo ha tenido dos palos idénticos que hubieran sido golazos, Santi Luque rompe líneas durante el partido y al final cuesta anotar. Si llegáramos al minuto setenta con dos goles a favor lo de defender parece más eficaz. Obviando la puntería, sí noto que el Recre de Casquero se basa exclusivamente en las bandas, jugada individual rompiendo al lateral y pase raso al delantero. Es algo muy bueno y que deja en evidencia que por el centro cuesta muchísimo crear. Jonathan Vila necesita que nos dé un poco más, ser más referente como indica la clase de jugador que es. No está en el mejor momento y puede que Djak Traoré o Zambrano disputen el puesto de honor junto a Rafa de Vicente, con ventaja para el africano. Lo del medio malagueño es escandaloso: máximo goleador del equipo junto a Boris y a qué gol más bonito. Está explotando su faceta de tirar de lejos, y esperemos que no deje de hacerlo nunca. Rafa es un jugador muy luchador, equilibra en el centro del campo y marca goles fabulosos, pero no es un creador.

En defensa no estamos tan mal, aunque tenemos la desgracia de encajar algún gol inoportuno como el del otro día. Aun así, sondeando las redes sociales, Casado debe mejorar mucho para convencer a la afición. No tiene una competencia específica en su puesto, pero si Iván Malón o Marín o Diego Jiménez pueden adaptarse a esa posición quizás el equipo gane sobriedad. Y no me quiero olvidar de los que ahora están teniendo menos minutos. Es cierto que para Antonio Domínguez siempre pasa igual, como él mismo dice, y no olvidemos que es el pichichi del año anterior. Él, Núñez o David Segura son jugadores que pueden resolver partidos.

En definitiva, que sigo creyendo en esta plantilla. Que ojalá tengamos dos resultados buenos para ganar confianza, quitar miedos y disfrutar del balón. Y trabajar, trabajar, trabajar. ¡Seguimos!

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