Al fin llegó el gran día, el pliego está aprobado y se abre el periodo en el que los interesados por el Decano pongan las cartas sobre la mesa. En mi opinión, las condiciones del pliego son justas aunque puedan parecer excesivas. Es decir, si no se cumplen, el futuro del Recreativo estaría en entredicho, por lo que el montante total de unos diez millones de euros es el precio de salida lógico. Con respecto a Líberos del Decano, el desenlace final sabe a poco, pero al menos está presente y tiene el compromiso del Ayuntamiento de reunirse, una vez esté formalizada correctamente la asociación, con el futuro dueño. Deseo que estas palabras no se las lleve el viento y se tenga la oportunidad de mostrar al próximo propietario la importancia de una afición implicada en su equipo más allá de acudir sólo al estadio. Es lo mejor para que haya una relación más directa y proactiva para todas las partes, un beneficio mutuo con el Recreativo como mayor beneficiado. Pero ya se verá.
En el olvido si quedaron las palabras que prometían pagar a los empleados a fecha del 31 de mayo. Puedo entender que es difícil, que se ha metido en el pliego como condición prioritaria para adquirir el club o que el Ayuntamiento tiene complicado destinar ese dinero. Pero es fácil planificar una pequeña reunión con los afectados y decir las cosas a la cara y de forma transparente, uno de los aspectos más controvertidos de la gestión de Gabriel Cruz.
Y ahora, ¿qué? Aunque los nervios y la tensión nos consumen, hay que respetar los plazos y esperar que se proclame al ganador de la puja. Durante este tiempo, entre un tema burocrático y otro, se nos pueden ir un par de semanas mínimo. Días en los que no podremos fichar, ni planificar pretemporada, ni elegir marca de ropa… prácticamente nada. Una parálisis administrativa que deseamos llegue a su final feliz. Por matar el tiempo, podemos alimentarnos de rumores de tal interesado o tal comprador, pero poco más. Quizás es tiempo de desconectar un poco, de recargar pilas y renovar esperanzas. Porque eso sí, a partir de la fecha en la que tengamos nuevo propietario las noticias van a ser constantes. El Recreativo necesita una completa reestructuración y queda un verano muy animado.
Después de una racha de continuas malas noticias, de sufrir más de la cuenta deportivamente, de saber que la espada de Damocles estaba ya clavada en el cuello, el poder tener esta sensación de que volvemos a empezar, pero siendo aún el Recreativo de Huelva y no un clon, es un alivio que gusta saborear. Y eso lo hemos conseguido nosotros, los Recreativistas.
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