Desde la red

Cuidado con los agoreros

Entiendo las palabras de más. Es la opinión en caliente. Pero no soy comprensivo con los que dramatizan aún más la muy complicada situación del Decano

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Entiendo la frustración del aficionado recreativista. Los resultados no están llegando, el espectáculo es rácano, sigue el problema del dinero y es como si el mundo se parara después de la bendita expropiación. Entiendo los pitos, los arranques de ira tras un encuentro que no ha sido el esperado. Entiendo las palabras de más. Es la opinión en caliente. Pero no soy comprensivo con los que, desde sus respectivos foros y tertulias, dramatizan aún más la muy complicada situación del Decano. En cuanto a lo deportivo, Ceballos ha sido cesado, y con motivos, pero eso no se puede convertir en una eterna disputa con Pavón. No se le puede achacar al onubense que no sepa llevar un vestuario, cuando el año pasado ascendió al filial en una situación más crítica que el primer equipo. Y en lo institucional, cuidado. Es muy peligroso alentar al socio de forma indirecta con “no pagar los carnets” o “dejar de apoyar por aburrimiento”. Y no, esto no es una empresa cualquiera que sepamos que se va a cerrar. Esa información está basada en un realismo muy subjetivo. Lo cierto es que nadie dijo que fuera fácil. Hace unos meses casi nos quedamos sin equipo y sin historia. Huelva respondió poniendo dinero de su bolsillo. ¿De verdad es inteligente aburrirnos ahora? Ahora, cuando por fin no está Comas, cuando hay una directiva que está intentando poner las cuentas claras antes de la venta, cuando el Ayuntamiento negocia con Hacienda, cuando los empleados empiezan a cobrar algo. ¿De verdad? ¿Ahora? ¡Ahora es cuando el club necesita todo el apoyo! ¿Nos convierte en una gran afición si lanzamos mensajes de aburrimiento y despedida en la peor situación? No le veo sentido. Lo deportivo cuesta y daremos nuestra opinión, pero abandonarlo, ni pensarlo. Por eso, ojalá las personas con un micrófono, con un foro y cientos de oyentes, dejen de ser malos agoreros y usen sus palabras con una inteligencia colectiva en pro del recreativismo. Una de las guerras que nos tiene en vilo es la rescisión de Ceballos. Aún tiene defensores, y puede que deportivamente haya alguna razón, pues las opiniones son todas válidas si están bien argumentadas. Pero institucionalmente, el no firmar su finiquito, está lastrando a la entidad y a Pavón con multas y expedientes. El de Gines sabía en verano a dónde venía y con quién firmaba. Incluso Núñez lo ha dicho públicamente: le avisaron de que esto que ocurre ahora es lo más normal, no era el deseado por nadie. Pero se agarra como una sanguijuela a su contrato, ese que en verano pagamos los aficionados con nuestro dinero. Es un problema que hay que cortar de raíz ya. Apoyarle perjudica al Recreativo. 

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