Nacido de cuna humilde y trabajadora, en un pueblo jandeño que corona una colina de 200 metros sobre el nivel del mar. Un bebé alegre y risueño es mecido en su cuna de perfumes de azahares por sus padres. A los compases de nanas populares es dormido día tras día, mes tras mes. Solo cuando llega el mes de Febrero, este pequeño es dormido por las coplas de carnaval que suenan en calles y plazuelas.
Estas melodías llenas de sentimiento y pasión, provienen de lo más profundo de un ser, que entrego su cuerpo y su alma por el carnaval de Vejer. Manuel Romero, “Campanita”, uno de los grandes percusores del carnaval vejeriego. El eco de su voz perdura en la memoria de los buenos aficionados al carnaval. Este duende de espíritu comparsista, en las noches carnavalescas transita como alma en pena, esperando ver resurgir el carnaval de su pueblo.
Aquel niño que fue mamando de las coplas populares y tradicionales de su tierra natal, pasa la infancia jugando a las trompas y a las bolas con los niños de su barrio. Mientras está jugando, muchas veces es atraído por las músicas que suenan en patios de vecino, o en alguna ventana donde suena una radio encendida. Sin darse cuenta va desarrollando una afinación auditiva, que le hace distinguir los distintos tonos y ritmos musicales.
Ya en la pubertad, este joven es atraído por la banda de música de Vejer, donde durante años toca la corneta. Con el lenguaje de la música aprendido y las notas musicales solfeando por sus oídos. Nuestro joven aprendiz de músico aprende a tocar la guitarra. Esta será su inseparable compañera con la que pasara buenos ratos tocando infinidades de canciones y con la cual compondrá también sus propias melodías.
Hace aproximadamente diez años nuestro amigacho amante de la música y del carnaval, abandona su pueblo natal para recalar en Conil. Atraído por el amor de una mujer y por un entorno marinero, donde florecieron unos claveles que en la década de los 80 resucitaron los sentimientos y las pasiones por el carnaval, en el corazón de muchos conileños. Este rápidamente supo beber de la misma fuente de inspiración que han bebido durante siglos grandes copleros y poetas.
Gracias a su forma de ser, tan sociable y a su simpatía, este no tiene problemas para integrarse en la sociedad conileña. Su gran pasión por el carnaval, le abre de par en par el corazón de muchos aficionados a las coplas de estas fiestas.
Empieza a salir en agrupaciones de nuestra localidad, como en. “Los embusteros”-2007, “Mis dulces tentaciones”-2009, “La formula”-2010, “Los músicos de Bremen”-2011 y (colabora con la comparsa juvenil, “El sueño de Ícaro”). Además sale en la comparsa “Mi reino por un beso” 2012 y (música y afinación de la chirigota, Los conilatis”). La fuga- 2013 (y música y afinación de la chirigota “Los brayans”), “El juez”-2014, “Los que se apuntan a un bombardeo”-2015. Actualmente prepara la comparsa “Los clandestinos-2016”.
Este homenaje sincero y de agradecimiento por su aportación al carnaval conileño, aún siendo nacido en otro lugar, va para la persona que cuando se le estrecha la mano trasmite sensaciones positivas y desprende una pasión inmensa e ilusionante por el carnaval.
Francisco José Secades, esta breve distinción hacia tu persona, sirva para que sigas año tras año deleitándonos con tus acordes de guitarras que van formando un pentagrama de bellas notas musicales, que a los compases del 3X4 quedaran bordadas en el corazón de los fieles aficionados al carnaval.
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