Francisco de la Torre se ha enfrentado a su primer año de mandato sin mayoría absoluta pero admite que nunca ha visto peligrar la estabilidad del Ayuntamiento de Málaga. El regidor popular hace un balance positivo de este nuevo tiempo en la Casona, pese a las cinco reprobaciones de la oposición que se ha llevado en apenas doce meses, la última, ayer mismo a cuenta del proyecto del hotel de Moneo. Sobre su relación con Ciudadanos, que facilitó su investidura, asegura que hay “bastantes más luces que sombras”.
Continuar dando visibilidad a Málaga para que siga siendo "una referencia internacional" y esté "a la vanguardia en todo momento" es uno de sus objetivos. El alcalde ha defendido que “no ha habido tema donde no haya habido respuesta” y ha destacado los logros en materia social, vivienda o movilidad, la nueva tarifa del agua o la aprobación de las ordenanzas fiscales como grandes hitos.
Una comparecencia en la que los populares reafirmaron su compromiso por impulsar los grandes proyectos pendientes de la ciudad, como la integración del Guadalmedina o el concurso para diseñar el futuro de los antiguos cines Astoria-Victoria. Un nuevo escenario político, con la entrada de nuevas formaciones que ha requerido echar mano de "diálogo y consenso más que nunca".
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